Si vas para chile

Por Bernardo Candia Henríquez

Martes 28 de septiembre, 2021.

 

La crisis migratoria que hoy se manifiesta, con crudeza, en el norte de Chile, tuvo una manifestación brutal el 25 de septiembre recién pasado, en la ciudad de Iquique; en las cercanías de Playa Brava, donde manifestantes de una marcha organizada con banderas chilenas incluidas, algunos de ellos, procedieron a quemar las pocas pertenencias de los inmigrantes venezolanos. Este acto es una vergüenza para Chile, y para quienes lo llevaron a cabo; quemarles las pocas pertenencias, es sin duda, un acto de miseria humana, es simbólica la quema del coche de una guagua, que refleja la incapacidad de comprender el fenómeno migratorio, de no entender el dolor ajeno; ¿Cuánto dolor y humillación deben sentir esas familias?

La migración es un problema global que requiere ser enfrentado globalmente, con acuerdos multilaterales y con políticas conducentes a mitigar y resolver esta avalancha migratoria, con normas humanitarias, además de medidas de orden público excepcionales y efectivas, esto requiere habilitar centros de acogida transitorio, que permitan respetar la dignidad del otro.

Los actos ocurridos en el norte del país, desmienten lo que se puede expresar, en la popular canción escrita por el compositor chileno Enrique Motto Arenas, en el 1942, “Si vas para Chile…” Campesinos y gentes del pueblo, te saldrán al encuentro viajero y verás como quieren en Chile al amigo cuando es forastero” …

Al contrario del canto folclórico, el acto de quema de pertenencias de los inmigrantes, en Iquique, es sin duda lo más cercano a la “Noche de los cristales rotos”, en la época Nazi. Este hecho histórico, consistió en una serie de linchamientos y ataques ocurridos en la Alemania Hitleriana, durante la noche del 9 y 10 de noviembre de 1938, llevados a cabo contra ciudadanos judíos y donde espontáneamente o premeditadamente, se registraron linchamientos multitudinarios, acompañados de la destrucción de los bienes de este grupo de personas.

Lo ocurrido en Iquique, sin duda,  debe llamarnos a reflexionar sobre estas conductas que, deben ser rechazadas de plano;  no es la violencia,  la vía para solucionar nuestros problemas, pero lo que sí se  requiere es  liderazgo, se requiere de un Gobierno competente, capaz de enfrentar esta crisis migratoria, con políticas adecuadas, que permitan cumplir con lo mínimo que se le puede pedir a un Estado;  en términos de acoger en forma transitoria a quienes buscan un mejor bienestar económico para ellos y su familia.

No podemos decir que, en este acto de quema de pertenencias de familias que emigran con lo mínimo, esté presente la compasión, la solidaridad y menos aún el amor al prójimo; quienes relativizan este hecho, no hacen más que justificar lo ético y moralmente condenable.

 

Si vas para Chile…

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