Articulación educativa: Un desafío de hoy
Por Héctor Álvarez Inostroza
Director Escuela Los Volcanes, Llanquihue
Socio Comunitario IES Santo Tomás, Osorno
En Chile casi el 40% de los estudiantes que asisten a educación media, lo hacen en la modalidad Educación Media Técnica Profesional EMTP, de ahí la relevancia de una política pública que hoy tiene como actor principal al Mineduc, a través de la creación del Acuerdo Nacional de Articulación, y que busca generar más fluidez en el proceso de articulación entre la educación media y la educación superior TP, y que fue firmado en 2019 y desde 2021 incluye las 35 especialidades de Educación Media Técnico Profesional. A este acuerdo adscriben 35 instituciones de Educación Superior Técnico Profesional, entre ellas Santo Tomás.
Según los datos del Centros de Estudios del Mineduc (CEM), del universo total de estudiantes que se matricularon durante el año 2021 en la educación superior, solo el 17% representa un ingreso directamente a un Centro de Formación Técnica (CFT), los que se caracterizan por tener entre 20 y 24 años de edad (alrededor del 50%). Con todos estos datos resulta relevante poner el foco en este grupo de estudiantes y tomar decisiones en conjunto con organismos del Estado que vengan a potenciar una formación técnico profesional, que a todas luces requiere mayor desarrollo para nuestra sociedad.
Otra acción importante en esta dirección fue la generación de un Marco de Cualificaciones Técnico profesional que busca facilitar el desarrollo de trayectorias educativas y laborales de las personas, asimismo, fortalecer la calidad y pertinencia entre la oferta formativa y las necesidades del mundo laboral, aportando a la comprensión y legibilidad del sistema (Mineduc, sf). Uno de los objetivos más importantes de este marco es “Articular entre distintos niveles educativos, y entre la educación formal y no formal”.
En consecuencia, la articulación es un proceso pedagógico y de gestión que implica acciones conjuntas para facilitar el tránsito y la movilidad de los estudiantes entre los distintos niveles y ofertas educativas, además del reconocimiento de los aprendizajes obtenidos en distintos escenarios formativos. Este desafío debe seguir siendo profundizado, para potenciar en nuestro país la formación técnica, puesto que la articulación y/o transición es una estrategia que viene a fortalecer la mirada en el mundo técnico profesional y ofrecer opciones reales a los estudiantes para continuar estudios superiores.