Ministerio de las Culturas lanza Botiquín Cultural para niños y niñas afectados por catástrofes naturales
Una bitácora, un pañuelo de actividades, un prisma, muñecos quitapesares, linterna y otros elementos forman parte del kit que quedará a disposición de toda la comunidad tras situaciones de emergencia.
Desde la localidad de Puaucho, comuna de San Juan de la Costa (Región de Los Lagos), la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, en compañía de su par de Salud, Enrique Paris, presentaron a la comunidad educativa de la escuela local el nuevo Botiquín Cultural, un proyecto elaborado desde la cartera de Cultura para promover la salud mental de niñas y niños afectados por catástrofes naturales o situaciones de emergencia en el país.
“El Botiquín Cultural es un sueño hecho realidad que tenemos el honor de presentar a todo el país desde la escuela de Puaucho, junto a niñas, niños, cuerpo docente y autoridades locales en el corazón de la provincia de Osorno. Se trata de un conjunto de objetos didácticos que son una invitación a jugar, imaginar y soñar para enfrentar de la mejor forma posible los momentos difíciles que a veces nos toca vivir como país en constante emergencia”, comentó la ministra Valdés.
La secretaria de Estado, quien impulsó la iniciativa, agregó que “como ministerio estamos convencidos de la importancia que tienen las artes y la cultura para nuestra salud mental. Este kit será un remedio para el alma de todos los niños y niñas que lo necesiten para superar cualquier situación de emergencia”.
El ministro Enrique Paris destacó que “con la ministra (Consuelo) Valdés trabajamos de manera complementaria. Ella se ocupa del alma, del corazón, de la mente, de los sentidos y del espíritu, mientras que nosotros del cuerpo, de las vacunas y de sanar a las personas. Ambas cosas son importantes, por eso el Botiquín Cultural es tan hermoso; una ayuda impresionante para los niños y un trabajo enorme de todo el equipo del Ministerio de las Culturas”.
El Delegado Presidencial Regional, Carlos Geisse señaló que el país y en especial la Región de Los Lagos registra diversas catástrofes que provocan situaciones traumáticas, apuntando que “los más vulnerables son los pequeños, por eso el Ministerio de las Culturas y Las Artes ha creado este botiquín cultural que es para sanar a los niños, entregarles herramientas para poder tener unos cimientos mejor para su adultez”.
La psicóloga asesora del proyecto, Daniela Pesce, explica que “este kit tiene como objetivo fundamental el poder amortiguar el impacto emocional en las niñas, niños y jóvenes del país. Hemos diseñado este kit con múltiples elementos. La idea es que ellos puedan utilizarlo de distintas maneras atendiendo a sus necesidades, ritmos y grupos etarios. Eso, además de darles la oportunidad de resolver a su manera y con sus recursos humanos disponibles alrededor la dificultad de estar en situaciones de dolores y emergencia”.
Detalles del botiquín
El Botiquín Cultural está dirigido a niños y niñas de entre 7 y 13 años e indirectamente a sus familias, aportando así a los dos primeros pilares de la resiliencia: la acción y la solidaridad. Los elementos del Kit son: una mochila personal que incluye una bitácora, un pañuelo (para actividades), un prisma, un estuche con útiles, set de muñecos quitapesares, timbres, juego mapuche, un dado y una linterna con dínamo.
La ubicación geográfica de Chile y las características físico-naturales del territorio hacen que los eventos naturales extremos sean parte de la historia, siendo más recurrentes los terremotos, erupciones volcánicas, sequías e intensas y concentradas precipitaciones que desencadenan inundaciones, deslizamientos o aluviones.
Por eso, junto con la entrega (simbólica) de este botiquín a los niños y niñas de Puaucho, el Ministerio de las Culturas dispondrá de más botiquines que estarán bajo resguardo para ser entregados en cualquier rincón de Chile y ante cualquier evento que lo requiera, a través de la debida coordinación con los servicios de ayuda y con el necesario apoyo de instituciones como la Onemi, la Subsecretaría de la Niñez y las propias escuelas.