Destacan trabajo para la erradicación de la violencia contra la mujer desde los espacios universitarios
Este 25 de noviembre se conmemora un nuevo Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999, y las distintas instituciones a nivel mundial se preparan para concientizar sobre esta temática que ha sido discutida a nivel gubernamental y también universitario. En esta línea la Universidad Estatal de O’Higgins, una vez más, se sumará a la realización de actividades para manifestar su compromiso para la erradicación de la violencia hacia la mujer. El interés principal de ser parte de esta iniciativa va más allá de un recordatorio anual y radica en centrar los esfuerzos en generar, desde las distintas instancias que apoyan el desarrollo formativo de las y los estudiantes de pregrado y su entorno, políticas que se vinculen desde las bases para generar cambios significativos y de repercusión en el tiempo.
Claudia Alarcón, directora de Equidad de Género y Diversidades asegura que el propósito de esta dirección es contribuir a la calidad de la educación superior a partir del diseño, planificación, actualización, promoción, prevención, comunicación, y evaluación permanente del compromiso institucional de equidad de género, eliminación de la violencia y la discriminación, así como también de la equidad en términos generales, el respeto, la inclusión y el buen trato, valores que impactan positivamente en la convivencia, por lo que erradicar la violencia desde y en los espacios universitarios es una misión que va en concordancia con los principios de la DEGD.
Durante estos años la Universidad Estatal de O’Higgins se ha centrado en cinco lineas de acción, a) Generación de Políticas institucionales de equidad de género e igualdad de oportunidades; b) Estrategias para abordar la violencia de género acoso sexual y promover una cultura no sexista; c) Promoción de la investigación y generación de conocimientos; d) Vinculación con el medio y e) Evaluación para la mejora. En este contexto, desde el 2019 existe un modelo de gestión de la violencia de género el cuál incluye la oficina de atención, orientada a recepcionar las denuncias, realizar las primeras diligencias, coordinar la primera acogida y brindar la orientación necesaria para las partes. Además, existe un protocolo de actuación y política de Equidad de género e igualdad, documento que no todas las universidades poseen.
Desde la creación de la Comisión de Igualdad del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas se ha avanzado en la institucionalización de la temática en los planteles universitarios. “Así, podemos decir hoy que casi la totalidad de las universidades del CRUCH cuentan con una Dirección/departamento/oficina/unidad de Equidad/igualdad de Género, tales como la Oficina de Equidad y Género de la UOH. Además, según el MINEDUC, 93% de los planteles universitarios tiene protocolos en el 2020, mientras que el año 2017, solo 6 los tenían”, sostuvo Alarcón.
La experiencia de estos dos años de implementación de protocolos en las universidades, junto con el reconocimiento explícito de las violencias que se pueden ejercer al interior de planteles universitarios y entre sus miembros, dan cuenta que el tratamiento de esta temática con las herramientas legales e institucionales existentes, tensionan de manera constante a la institución y muchas veces provoca cuestionamientos, tanto al procedimiento como al abordaje. Por tanto, contar hoy con la “Ley 21.369 que regula el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en el ámbito de la educación superior” es clave para gestionar la violencia de género en el ámbito universitario.
Claudia Alarcón se refirió además a los desafíos pendientes. En este sentido señaló que estos se encuentran “principalmente en que hoy más que nunca sabemos que el abordaje de la violencia sexual no puede ni debe ser solo normativo, sino muy por el contrario es un cambio relacional que involucra un replanteamiento y reorganización de la estructura de relaciones de género de la institución. Es decir, los regímenes de género que la sostienen y a la vez el replanteamiento y reorganización de la estructura de relaciones de género en una sociedad- los ordenamientos de género- lo que significa poner en el centro las relaciones de género como principal elemento de transformación”.