Data Centers: el auge de la eficiencia y la sostenibilidad de cara al 2022
A raíz de lo vivido a partir de marzo de 2020 por la pandemia, hemos aprendido la importancia de realizar un trabajo ágil y seguro, de manera que las empresas posean resiliencia para brindar continuidad operativa ante cualquier suceso inesperado. Con la implementación del trabajo remoto se vio un aumento exponencial de la cantidad de personas y tráfico en la red, aumentando rápidamente los procesos de transformación digital y los requerimientos técnicos de sistemas informáticos seguros y con gran capacidad de procesamiento de datos.
Esta transformación necesita de una infraestructura tecnológica apropiada, y actualmente en Chile ya estamos en plena migración. “Los data centers son complejos tecnológicos que reciben, acumulan, procesan y distribuyen una enorme cantidad de información suministrada a través de redes de telecomunicaciones. Estas últimas actúan de igual manera que el sistema nervioso, mediante la recepción y transmisión de caudales de datos que permiten obtener una mejor latencia para todos aquellos servicios dentro de una zona geográfica determinada y no depender de un centro de control lejano que impida una rápida respuesta cuando se necesite”, señala Ricardo León, Director de Estudios Digitales de Fundación País Digital.
En esta línea, el UpTime Institute es la organización encargada de certificar que estos centros de datos cumplan y respalden las necesidades comerciales, según su infraestructura y seguridad. Actualmente, ha entregado cerca de 1.700 certificaciones a estos almacenes de información en 98 naciones, entre ellas Chile, que cuenta con 29 certificaciones distribuidas entre siete empresas en el país, como son Microsoft, Sonda y Google, entre otras.
“Junto con la disponibilidad y alta capacidad de escalabilidad bajo demanda, los data centers pueden generar un ahorro cercano al 20% en la operación, porque las empresas no deben invertir de manera directa en infraestructura, actualización de software o capacitación de profesionales”, manifiesta el ejecutivo.
En efecto, según la firma de inteligencia y asesoría Arizton, el mercado global de centros de datos alcanzará los USD$174 mil millones para 2023. A medida que las tecnologías disruptivas de IoT generen un aumento en la demanda de centros de datos y estos continúen volviéndose más valiosos, se necesitarán infraestructuras de centros más sostenibles, eficientes, adaptables y resilientes si los propietarios quieren sacar provecho de esta oportunidad de crecimiento.
El mercado chileno de centros de datos está en pleno apogeo gracias a la aceleración de la conectividad, las aplicaciones de streaming, la llegada de 5G y la transformación digital de grandes industrias intensivas en el uso de datos como la industria minera o financiera.
En este contexto, Ricardo León, enfatiza que “nos hemos convertido en un país atractivo para la inversión en la instalación de data centers. Esto se ha visto reflejado en inversiones de grandes empresas que han comenzado a desarrollar diferentes proyectos para sobrellevar la gran demanda que ha generado la pandemia”.
El crecimiento de los proyectos en la nube en Chile está moviendo todo un ecosistema de construcción y operación de centros de datos, así como un sector relacionado de servicios de fibra óptica, almacenamiento y energía. En general, el gasto de las organizaciones en infraestructura de TI en Chile crecerá un 12% entre 2021 y 2024, impulsado, entre otros, por el ecosistema de centros de datos, según IDC.
Chile ha ido adquiriendo potencial en data center, en parte gracias a que se ha trabajado durante los últimos años para convertirse en un gran hub tecnológico, es decir, un punto de encuentro o concentración de empresas y profesionales del área por la ubicación geográfica estratégica, que permite conectar puentes tecnológicos de comunicaciones entre Asia y Latinoamérica, una buena valoración de los perfiles profesionales y técnicos presentes en el país para operar este tipo de infraestructuras, y también de la proyección de la región para suministrar energías mediante fuentes renovables.