Senado levanta alerta por preocupantes cifras de salud mental y adicciones
Una mirada transversal a la alicaída salud mental en el país y sus efectos en las adicciones de la población, particularmente, en el consumo de drogas en los niños, niñas y adolescentes, dieron los senadores convocados a una sesión especial para tal efecto.
Los congresistas hicieron referencia a los ranking que encabeza Chile en cifras de suicidio, consumo de sicotrópicos sin receta, y uso de sustancias y alcohol; los esfuerzos que han realizado los últimos gobiernos por contener la violencia generada por el creciente narcotráfico y el diagnóstico que se realiza de la salud mental como una prestación postergada.
El rol del SENDA y de la PDI, la pandemia como un factor detonante, la falta de políticas públicas específicas, problemas de coordinación entre los ministerios respectivos (Interior, Educación y Salud) y el uso de recursos para realizar reformas de fondo también formaron parte del debate.
Cabe consignar que la Comisión de Salud solicitó dicha jornada luego de conocer una serie de cifras de salud mental y considerar pertinente profundizar con las autoridades competentes soluciones para atenuar dos fenómenos que se amalgaman: las adicciones y los desórdenes mentales.
En esa línea, al partir la sesión hicieron uso de la palabra dos de los legisladores de esta instancia:
“El termómetro de la salud mental en Chile nos alerta que un 46% de la población reconoce que su ánimo es mucho peor que el que tenía antes de la pandemia. Quiero detenerme en el avance del narcotráfico sin contrapeso de parte de las instituciones. Hoy tenemos la imposibilidad de detectar drogas sinteticas, debe haber un esfuerzo mayor del Ministerio de Interior. Lo otro el sitial que debe recobrar la Salud Siquiátrica que alguna vez tuvo en el sistema sanitario”.
“La pandemia ha agudizado los trastornos de salud mental. Chile hoy es destino del narcotráfico. El alcohol a largo plazo genera trastornos y la marihuana experimentan ansiedad y depresión. Los jóvenes entre 13 y 18 años son los que caen en estas adicciones. Hay que destacar que las últimas estadísticas hablan de una leve baja del consumo drogas en la población escolar. Ello habla de la importancia de la estrategia nacional en tal sentido. Hay que confiar en el programa Elige vivir sin drogas”.
RESPUESTA DEL ESTADO
La ministra del Interior y Seguridad Pública, Iskia Siches dijo compartir la preocupación de los legisladores. A su juicio, “los desafíos están en la urgencia de fortalecer la prevención, contar con programas de tratamiento ante el consumo problemático de drogas flexibles con un sentido regional y enfrentar el narcotráfico y el delito asociado”.
Respecto a esto último explicó que “el narcotráfico es un fenómeno que muta rápido porque se aprovecha de la contingencia. El ministerio está diseñando una política contra el crimen organizado poniendo foco en la cadena logística y de financiamiento UAF, y actualizando el sistema de inteligencia del Estado”.
Por su parte, la ministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega reconoció que “tenemos algunos proyectos que abordan este tema de manera indirecta. Me refiero a programas destinados a menores que tienen un adulto significativo en la cárcel, el programa de apoyo a salud mental, los centros de apoyo comunitario a personas con demencia, los chat de Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) para jóvenes en riesgo, y los programas del Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS) para familias”.
“También quiero destacar que el presidente nos ha encomendado instalar el Servicio Integral de la Niñez. Éste nace al alero de la ley de Garantías de la Niñez. El servicio se está implementando y uno de sus ejes es la salud mental y la prevención del consumo de drogas”, hizo ver.
En tanto, la ministra de Salud, María Begoña Yarza sinceró que “vemos que estos trastornos se asocian a mayor vulnerabilidad y se concentran en jóvenes que cursan primero medio –que les ha costado más volver a la presencialidad- y no se acercan al sistema sanitario con regularidad. Ellos requieren de un Estado de abrazo más ancho”.
“Existe un convenio con Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), por eso como MINSAL apoyamos la atención en los Centros Comunitario de Salud Mental Familiar (COSAM) y en las unidades de cuidados intensivos siquiátricos”, mencionó recordando que actualmente en el plan AUGE-GES están contempladas las adicciones de menores desde el erario en curso, pero solo han accedido 414 menores hasta ahora a la garantía.
Luego, los senadores en representación de sus bancadas hicieron uso de la palabra:
“Tenemos que ser capaces de consolidar y fortalecer factores protectores y buscar la salud pública con mayor coordinación entre los diferentes ministerios y el uso de los recursos; modificar el plan de estudios y todo esto con sentido territorial”.
“A pesar del esfuerzo de nuestras instituciones, solo se dispone de mil funcionarios a cargo del control de drogas y está enfocado en el norte (…) Me preocupa muchísimo la población rural, el narcotráfico se ha movido de la zona urbana, ¡ojo con eso!. El deporte y la infraestructura en los barrios van a ayudar a terminar con el narcotráfico”.
“La encuesta IPSOS de hoy sobre felicidad, se indica que la mitad de los chilenos somos infelices y ello se cruza con la salud mental (…) Me encantaría saber cuál es la manera en la que se enfrenta este diagnóstico: el narcotráfico insertado en los barrios. Las facultades policiales son urgentes de abordar de manera multifactorial”.
“Me alegro que el presidente Boric haya planteado esta mirada latinoamericanista y es importante darle sentido con cómo nos ponemos de acuerdo contra el crimen organizado. (…) Me preocupa la baja cobertura de tratamientos que está teniendo el SENDA”.
“Pedir una política nacional significa un esfuerzo de sinceridad: nos ha ido mal en la guerra (contra la droga) y el enemigo está cada vez más fuerte con el narcotráfico en las calles. (…) Poner el énfasis en la prevención y la educación es fundamental, además de la rehabilitación, esperar algún nivel de éxito”.
“Soy de los que piensan que la guerra contra la droga ha fracasado (…) Hay que distinguir el gran narco del microtráfico y, lamentablemente, nuestra cárceles están llenas de mujeres que son el eslabón más débil de este microtráfico. El consumo hay que sacarlo del orden público y tener otro tipo de enfoque”.
“El narcotráfico y salud mental están dentro de las prioridades más acuciantes que tiene el país (…) Si se ven los efectos globales del narcotráfico, uno de los cuales es la salud mental, uno se pregunta qué hacemos para enfrentar este drama y estos dos temas deberían estar más vigentes en la agenda pública”.
“Donde no puede haber distintas visiones es en la catástrofe social que estamos viviendo (…) Hoy casi la mitad de los niños de 16 años están teniendo un consumo de drogas en forma frecuente (…) La educación tiene que ser el lugar donde el deporte, la música y la ciencia jueguen un rol fundamental de prevención”.