Academia y territorio
Por Sergio Hermosilla Pérez – Vicerrector Sede De la Patagonia – Universidad San Sebastián
Desde su creación en Chile las universidades han tenido un compromiso con las comunidades y el entorno donde están insertas. La educación superior no sólo es un motor de impulso económico, sino que también desempeñan un papel relevante en el desarrollo sostenible y el progreso de las regiones.
Cada rincón de nuestro país enfrenta sus propios retos, siendo las instituciones universitarias un aliado de la sociedad, promotoras de diálogo y conocimiento, pero también de acciones concretas que permitan detectar oportunidades para enfrentar juntos esos distintos desafíos territoriales.
En la región de Los Lagos, las instituciones educativas hemos trabajado incansablemente para conectar sus recursos y experiencias con las necesidades locales, favoreciendo la movilidad social. Han sido innumerables los esfuerzos de las casas de estudio para desarrollar proyectos y programas en materias de salud, turismo, educación, empleo, sustentabilidad y medio ambiente, entre otros.
Sin embargo, la relación de academia y territorio se enriquece también desde la ciencia y la investigación, desde la cultura y las artes, actividades que generan nuestra vida cultural y han fomentado un sentido de identidad y pertenencia con la región. Para que esta relación continue prosperando debe siempre primar un sentido de colaboración y compromiso mutuo entre las entidades educativas y la comunidad.
Esto implica que las universidades deban continuar atentas a las necesidades cambiantes de la región y adaptar sus programas en consecuencia. A su vez, las comunidades locales deben también involucrarse activamente con las instituciones de educación superior, aprovechando su conocimiento y recursos para abordar los problemas que enfrentamos.
A decir verdad, esta alianza -que ya existe y hay que seguir fortaleciendo- entre academia y territorio es una fuente de posibilidades para el desarrollo de nuestra región. Si continuamos trabajando juntos, podemos sin lugar a dudas construir un futuro más próspero y sostenible para nuestras comunidades.
La educación e investigación son herramientas que nos permitirán enfrentar los retos del presente para dar forma al mañana que deseamos, porque nuestra región es un territorio que debemos cuidar, proteger y desarrollar…y la academia está aquí para ayudar a cumplir ese objetivo.