Aspectos psicológicos de las celebraciones de fin de año
Por Daniela Toro, psicóloga del Centro Clínico del Ánimo y la Ansiedad
Las celebraciones de fin de año pueden tener varios impactos psicológicos en las personas. Pueden generar una sensación de bienestar emocional, al tratarse de fechas asociadas a emociones positivas como la gratitud y la alegría. Estas festividades fomentan la interacción social y fortalecen la conexión con amistades, aspectos fundamentales para la salud mental.
Sin embargo, la presión social puede desencadenar fatiga y ansiedad. Por lo general, las celebraciones conllevan una carga financiera que puede generar estrés, por lo que resulta crucial establecer presupuestos de manera consciente. Es esencial ser realistas con las expectativas, centrarse en aspectos significativos de las festividades y manejar de manera adecuada las situaciones estresantes.
Cuando las actividades tradicionales causan estrés, buscar nuevas formas de celebración que estén en sintonía con nuestras preferencias y valores puede ser beneficioso. Además, es fundamental recordar que estas fechas pueden ser difíciles para otras personas, como aquellas que experimentan soledad, dificultades financieras o cambios en sus tradiciones, debido a pérdidas familiares o alteraciones en su entorno.
Estas fechas suelen ser momentos de reflexión que pueden generar sentimientos de nostalgia y emociones tanto positivas como negativas. Inclusive, algunas personas experimentan alteraciones en su estabilidad emocional al cambiar sus rutinas diarias, por lo que siempre es útil aceptar la imperfección y las situaciones imprevistas.
Es fundamental tener en cuenta estos aspectos para gestionarlos de manera adecuada o solicitar ayuda profesional cuando sea necesario. Es crucial buscar apoyo cuando se experimentan sentimientos abrumadores que afectan el día a día, cuando se vive en aislamiento social o experimentando una sensación significativa de soledad, o cuando hay conflictos familiares intensos.
Además, es importante estar alerta ante posibles cambios constantes en el estado de ánimo, dificultades para conciliar el sueño, pérdida de apetito, aumento en el consumo de sustancias o pensamientos suicidas, y buscar ayuda. Solicitar apoyo representa un paso valiente hacia el cuidado de la salud mental. Los profesionales pueden ofrecer herramientas y acompañamiento para enfrentar los desafíos emocionales que puedan surgir durante las festividades.
Por otro lado, ayudar a otros durante estas festividades puede marcar una gran diferencia. Practicar la empatía y ofrecer tiempo, ya sea mediante una llamada o una visita, son acciones significativas. Se pueden llevar a cabo actos de bondad, como asistir a aquellos que lo necesitan con regalos, cenas o decoración. Participar en actividades inclusivas, apoyar causas benéficas, enviar mensajes positivos y acoger a quienes se encuentran solos son otras maneras de contribuir. Brindar apoyo emocional, ya sea mediante ánimo personal o ayudando a buscar apoyo profesional si es necesario, también es fundamental.
Finalmente, enfocarnos en el significado de las celebraciones puede generar una experiencia más significativa. Por ejemplo, concentrarnos en la conexión humana como una oportunidad para estar con amistades y familiares, en la gratitud y la reflexión apreciando la vida, en la renovación y la esperanza, en las tradiciones y la herencia, así como en la generosidad y la solidaridad. También, es importante enfocarnos en un momento que pueda brindar alegría y recreación. La invitación es no olvidar la posibilidad de contribuir de alguna manera a nuestro entorno y a aquellos que están pasando por un momento difícil. Ser parte de una comunidad y sentir pertenencia son elementos cruciales para nuestro bienestar emocional.