Enfrentando la Nueva Criminalidad: Más Allá del Dinero
Por: Bernardo Candia
Alcalde de San Juan de la Costa
En la era de la evolución criminal, el Estado se enfrenta a desafíos sin precedentes en la organización para combatir la creciente ola del crimen organizado. Ya lo mencionaba Manuel Castells en 2005 que la globalización también trae cosas negativas, una de ellas es el crimen organizado que tiende a penetrar las instituciones del Estado en numerosos países, con efectos perversos considerables sobre la soberanía y la legitimidad política.
La respuesta tradicional de simplemente asignar más recursos financieros al problema ha demostrado ser insuficiente. La solución no reside únicamente en aumentar el presupuesto, sino en una transformación integral de cómo abordamos esta problemática en la sociedad moderna.
Fortalecer las capacidades de nuestras fuerzas policiales es esencial. La inversión en entrenamiento, tecnología y recursos humanos debe ser prioritaria. No es solo cuestión de más dinero, sino de utilizar eficientemente los recursos disponibles. La especialización de las fuerzas policiales es crucial, reconociendo que la nueva criminalidad opera en distintos frentes y demanda habilidades específicas.
La disputa territorial entre estos grupos organizados, tanto en Chile como el extranjero, exige la generación de estrategias coordinadas y una cooperación internacional más estrecha. La creación de cárceles especializadas para el crimen organizado es un paso necesario. Estas instituciones deben ser diseñadas para prevenir la operación ininterrumpida de estas redes desde su interior, asegurando un aislamiento efectivo de los líderes y sus miembros.
El bloqueo de los celulares en las cárceles es una medida imprescindible. La tecnología ha permitido a los delincuentes realizar sus delitos teniendo un verdadero centro de operaciones desde detrás de las rejas, coordinando actividades ilegales y amenazando la seguridad pública. La implementación de sistemas efectivos de bloqueo de señales es esencial para cortar esta conexión.
La especialización de las policías no solo implica habilidades tácticas, sino también un enfoque proactivo en la prevención del delito. Para ello, es necesaria la implementación de políticas sociales enfocadas en reducir la deserción escolar y ofrecer oportunidades educativas y laborales ayude a disminuir la atracción de la vida criminal.
La absorción de mano de obra es otro aspecto crucial. La sociedad debe ofrecer alternativas atractivas y legítimas para aquellos que podrían caer en las redes del crimen organizado. La creación de programas de capacitación y empleo, respaldados por políticas gubernamentales, es esencial para reintegrar a los individuos en la sociedad y alejarlos de las actividades ilegales.
En conclusión, enfrentar la nueva criminalidad requiere una estrategia integral que vaya más allá del simple aumento de los fondos. La colaboración internacional, la especialización policial, la prevención del crimen a través de políticas sociales y la absorción de mano de obra son elementos fundamentales para construir una respuesta efectiva. Es hora que el Estado no sólo gaste más, sino que gaste de manera más inteligente y estratégica para garantizar la seguridad y el bienestar de la sociedad.