Hacia una relación productiva: Compliance y Gobierno en la industria del salmón
Por José Ignacio Camus M., Founder Partner – Admiral Compliance
La reciente edición del seminario “Salmón Summit 2024” en Frutillar, Región de Los Lagos, puso de relieve el descontento de la industria salmonera hacia la percepción y regulación gubernamental. Arturo Clément, presidente de SalmonChile, criticó el “ninguneo” hacia el sector y la falta de comprensión sobre su valor para el país. De igual forma, el líder sectorial destacó que “parte de nuestros problemas radica en que el Gobierno actual no conoce ni valora nuestra actividad”. Este sentimiento contrasta con la necesidad urgente de mejorar el cumplimiento normativo y fortalecer la relación entre empresarios y el Estado.
El sector salmonero chileno, segundo en importancia nacional, es vital para el desarrollo del sur del país. Sin embargo, enfrenta desafíos significativos debido a la burocracia y la percepción negativa que rodea sus prácticas. Aquí es donde entra en juego el compliance, no sólo como cumplimiento de normativas, sino como la instauración de una cultura de sostenibilidad en todas las operaciones.
El compliance debe ser integral y proactivo, permitiendo anticipar y mitigar riesgos, asegurando la ética y legalidad en todas las prácticas. Noruega, líder mundial en producción salmonera, equilibra crecimiento económico con sostenibilidad gracias a robustos modelos de compliance que protegen sus recursos naturales y mantienen su liderazgo.
Para mejorar la situación del sector, es crucial fortalecer la transparencia, modernizar procesos de adquisiciones, y promover la participación ciudadana. Un ejemplo destacado es Australis Seafoods, que ha implementado un modelo integrado de compliance para cumplir normativas de forma integral y prevenir delitos.
El Compliance Ambiental, introducido especialmente en la Región de Los Lagos por la SMA, utiliza tecnología para mejorar la prevención de impactos ambientales. Estos sistemas no solo protegen de sanciones legales y financieras, sino que también fomentan una cultura ética con canales seguros para denunciar malas prácticas.
Raphael Bergoeing, presidente de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad, subraya la importancia de un marco regulatorio claro que fomente la inversión y garantice la sostenibilidad. La colaboración entre gobierno, sector privado y academia es esencial para una política nacional que promueva el desarrollo sostenible del sector salmonero.
La relación entre empresarios y Estado debe basarse en confianza y cooperación, con el compliance como pilar fundamental. Aunque avances como el programa de Australis Seafoods y el Compliance Ambiental son positivos, la modernización completa requiere esfuerzo continuo y vigilancia para asegurar la viabilidad, competitividad y sostenibilidad ambiental a largo plazo de la industria del salmón en Chile.