¿Qué son –y cuáles son– las “habilidades cognitivas”?

Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl, Conferencista, escritor e investigador (PUC)

Cuando una persona comienza a pensar en cómo se construye el conocimiento al interior de nuestro cerebro, de inmediato ha comenzado a dar una respuesta al título de este artículo. Este proceso intelectual sólo es factible de llevar a cabo en función de las llamadas “habilidades cognitivas”.

Son ellas, precisamente, las que permiten poder leer este texto, comprender aquello que se ha leído, recordar y guardar en la memoria los conceptos utilizados, entre muchas otras habilidades cognitivas. En este sentido, la “cognición” es uno de los principales procesos que participan en la construcción del conocimiento y para que esto se concrete, es necesario reunir un conjunto de capacidades o aptitudes mentales que se desarrollan a lo largo de los años, tales como la memoria, la atención, el lenguaje, la creatividad, etc.

Son estas habilidades, aptitudes y capacidades las que permiten que nuestro cerebro pueda procesar todo aquello que captan los sentidos, ya sea que se trate de colores, sabores, olores, texturas, sonidos, palabras, números, signos, etc., a fin de lograr interpretar e integrar de manera inteligible las diversas y numerosas características de esos miles de estímulos diarios que recibe el cerebro.

El neuropsicólogo español, Óscar Castillero Mimenza, señala que los seres humanos somos “entes, cuyo sistema nervioso nos permite llevar a cabo una gran cantidad de procesos mentales, los cuales, a su vez, permiten que dispongamos de una gran cantidad de habilidades cognitivas que utilizamos de manera adaptativa con tal de poder sobrevivir”.

Los procesos mentales –o procesos cognitivos– utilizan diversas competencias para efectos de, por ejemplo, pensar, aprender, razonar, recordar y prestar atención. Todas ellas trabajan de manera conjunta y son esenciales para la realización de diversas funciones y tareas, desde las más simples hasta las más difíciles y complejas.

Es así, por ejemplo, que por intermedio de la percepción –definido como aquel proceso que permite extraer información significativa del entorno o medio ambiente– nuestro cerebro organiza, interpreta y procesa los datos y la  información que recibe desde los sentidos, integrando los estímulos y asignándoles distintos significados, luego de lo cual, necesita registrar el conocimiento adquirido, fijarlo en la zona del hipocampo y acceder a dicha información cuando sea necesario por medio de la memoria.

De la enorme variedad y cantidad de capacidades desarrolladas por nuestro cerebro y que usamos de manera habitual y constante, algunas de ellas son más esenciales que otras. Revisemos algunas de las habilidades cognitivas más relevantes:

  1. Atención: corresponde a la capacidad de enfocarse y de elegir entre los numerosos y más relevantes estímulos que percibe nuestro cerebro –tanto externos como internos–, tales como sonidos, colores, aromas, los propios pensamientos, etc., a fin de poder operar y trabajar con ellos. Este importante proceso permite que podamos sostener durante un tiempo prolongado nuestra atención en un determinado objeto o situación, o bien, dividirla entre varios objetos al mismo tiempo, si ello fuera necesario para que la persona se pueda adaptar al entorno en el cual está inserto.
  2. Memoria: el hecho de poder ser capaz de interpretar, codificar y, posteriormente, recuperar la información almacenada, resulta ser fundamental a fin de generar experiencias de aprendizaje, lo que le permite a las personas operar mentalmente los datos e información acumulada, generar recuerdos que forman el historial de vida del sujeto y, por esta vía, ser capaz de desempeñarse de manera funcional de acuerdo con su cultura de origen.
  3. Comprensión: representa una de las habilidades cognitivas más básicas, al mismo tiempo que esenciales de una persona. Depende directamente de la observación de todo aquello que sucede alrededor del sujeto, proporciona la base para la creación de ideas y el desarrollo del raciocinio, para desde allí comprender lo que está siendo percibido de forma racional, lógica y secuencial.
  4. Raciocinio: esta habilidad cognitiva ha sido considerada desde siempre como una capacidad sumamente importante, al punto que, antiguamente, se la consideraba como aquella habilidad que separaba –y distinguía– al ser humano del resto de los animales. Ella es la que permite al cerebro hacer inferencias y sacar conclusiones de la realidad observada y ser capaces de actuar en consecuencia. Aquí es posible diferenciar entre el: (a) razonamiento inductivo: pasar de los casos particulares a los más generales, (b) el razonamiento deductivo: pasar de lo general a lo particular, (c) el razonamiento hipotético-deductivo: que se basa en un ciclo inducción-deducción-inducción a fin de establecer hipótesis y pasar a comprobarlas o refutarlas.
  5. Capacidad de asociación: corresponde a la capacidad de establecer relaciones entre una diversidad de acontecimientos y resulta ser una habilidad fundamental no sólo para los seres humanos, sino que para cualquier ser vivo que tenga capacidad para aprender. De hecho, representa la base de cualquier tipo de aprendizaje.
  6. Resolución de problemas: está directa y profundamente relacionada con todas las habilidades anteriores y representa aquella capacidad para utilizar los conocimientos adquiridos, organizarlos y vincularlos a la búsqueda de una solución a los diversos problemas y dificultades a los cuales nos enfrentamos.
  7. Creatividad y pensamiento lateral: esta habilidad nos ha permitido generar nuevas estrategias que van más allá de la información y de los métodos de los que, hasta ahora, nos han permitido evolucionar como seres humanos, lo que nos ha llevado a desarrollar nuevas tecnologías, técnicas y procedimientos de trabajo mucho más avanzados y eficientes.
  8. Lenguaje: si bien, más que una habilidad cognitiva, el lenguaje podría considerarse como una actividad o producto del proceso cognitivo, lo cierto es que el lenguaje es una capacidad fundamental a la hora de poder relacionarnos con los demás, interactuar y transmitir información. Esta habilidad incluye no sólo el habla, sino que también la lectoescritura, los gestos y expresiones, el lenguaje no verbal, etc.

En definitiva: las habilidades cognitivas representan una gran y extraordinaria maravilla.

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