El futuro del trabajo es senior: flexibilidad a favor de la experiencia
En “The Intern” -”Pasante de Moda” en español-, vemos a un Robert de Niro de 70 años que ingresa a trabajar a una empresa de moda, liderada por una millennial Anne Hathaway. Al principio, parece casi surreal que un septuagenario se adecúe al ritmo de una empresa tecnológica y dinámica, que, como política impulsa un programa para incorporar a personas mayores. Aunque parezca que sí, esta comedia no está lejos de la realidad… Es muy probable que en los próximos años, nos encontremos cada vez más con personas mayores que continúan insertas en el mercado laboral.
De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2050 en América Latina habrá 3 países “hiper envejecidos”, y uno de ellos es Chile -los otros 2 son Cuba y Costa Rica-. Este inminente envejecimiento de la población en todo el mundo y sin excepciones, implica poner foco en las condiciones en las que se envejece, abordando sus barreras y exclusiones, y el ámbito laboral no queda fuera. Al contrario: el mercado laboral puede brindar valiosas oportunidades y recursos para las personas mayores, haciéndolos sentir activos e incluidos.
Existen muchas razones para continuar en el mercado laboral una vez alcanzada la edad de jubilación. Entre ellos, además de una inminente necesidad económica, también prima el deseo de mantener la autonomía. Según un estudio realizado por el Centro para el Envejecimiento de la Universidad de Los Andes, más del 80% de las personas mayores que actualmente trabaja, tiene interés de seguir haciéndolo, pero con algún tipo de flexibilidad. Asimismo, entre las recomendaciones que las empresas pueden tomar para incorporar o mantener a trabajadores sobre los 60 años, señala:
- Generar espacios de conversación con las personas mayores para entender su realidad, motivaciones y ofrecer contextos laborales más acogedores.
- Medir periódicamente el nivel de bienestar, generando iniciativas orientadas a mejorar la calidad de vida de quienes presentan menor satisfacción.
- Tener espacios flexibles de trabajo, adaptados en términos de horario, contrato y funciones.
Quienes tienen más experiencia, poseen un know-how valioso para sus organizaciones. Su conocimiento, estabilidad, madurez, contactos, experiencia en la gestión de éxito y fracasos, y su compromiso, hacen que las empresas muchas veces apunten hacia los talentos seniors, sobretodo en cargos que requieren una gran responsabilidad. Sumado a esto, hay personas que al llegar a una edad avanzada, continúan con las ganas y disposición de seguir aportando valor en sus puestos de trabajo, por lo que también sería injusto expulsarlos del mercado laboral por su edad.
“En WeWork creemos que los equipos multigeneracionales son clave para el éxito de cualquier organización. La combinación de nuevas perspectivas y la innovación de los más jóvenes con la experiencia y madurez de los más seniors crea un entorno de trabajo dinámico, diverso y enriquecedor. Es en esa diversidad donde surgen las mejores ideas y soluciones, impulsando a la empresa hacia un futuro más inclusivo y competitivo”, señala Romina Diepa, People Manager de WeWork Cono Sur.
La gestión de la edad dentro de las empresas y más concretamente del envejecimiento creciente de la población activa, bien podría interpretarse como un equilibrio de talentos. Saber aprovechar la motivación, la frescura y el conocimiento digital de los más jóvenes, y poner en valor la experiencia, la capacidad de reflexión y la madurez de los mayores, es un mix que enriquece a las organizaciones y su cultura.