Ciudades verticales: el transporte vertical desde nuevas realidades
Por Alfredo Morate – Gerente general Ascensores Schindler (S.A)
Las viviendas verticales ya ni siquiera son una tendencia, sino más bien una realidad que enfrentan centros urbanos con una alta densidad poblacional. Ahora bien, los desarrollos urbanos verticales son los que están contribuyendo a la protección de espacios verdes. Incluso, este tipo de edificaciones suelen ser más sostenibles gracias a su autosuficiencia energética y también en cuanto a la integralidad de los espacios. Tenemos el ejemplo del célebre edificio Regent International que construyó China situado en Quianjiang, Century City, el distrito comercial central de Hangzhou. En éste conviven 20.000 personas a lo largo de 39 pisos que integran servicios como supermercados, farmacias, piscinas y cafeterías.
El ejemplo citado y otros que suceden en China que incluyen diversos pisos y espacios al aire libre, entre ellos miradores y paseos peatonales, demuestran que hoy se está produciendo una reconfiguración de los espacios físicos de los edificios en donde elevadores y cintas transportadoras también desempeñan un rol clave. Chile aún está muy alejado de estas nuevas realidades, si bien la tendencia es evidente. Por tal motivo, el transporte vertical se presenta como un factor clave en el desarrollo sostenible y eficiente de las ciudades del futuro.
Ahora bien, el desafío del transporte vertical es poder establecer estudios de tráfico. Lo anterior, previo a la implementación de elevadores, ya que sólo de esta forma se podrá asegurar una experiencia positiva para los pasajeros. Esto significa poner atención a las horas de saturación para ofrecer una mayor eficiencia durante los recorridos de ascensores y correas transportadoras. Por tal motivo, es importante ir trabajando en la adopción de sistemas inteligentes, para que estos puedan contribuir a una mayor seguridad y también en el ahorro del bien más escaso de los seres humanos: el tiempo.
Los estudios de tráfico, finalmente, ayudan a determinar las necesidades y especificaciones de un ascensor, aspectos que impactan en el flujo del tráfico vertical. Pero no todo obedece a un sustento técnico, sino que detrás de esto también se tiene que considerar la interpretación de la data, así como los procesos de mantenimiento de los elevadores. Por ello, es importante potenciar procesos de entrenamiento que tengan muy presente las nuevas realidades que se están conformando con relación a las ciudades del futuro.
Esta realidad se complementa con otro desafío que se relaciona con la regularización de los elevadores, teniendo presente que, en Chile, hasta 2020, sólo el 45% de los ascensores estaban regularizados. La meta es mejorar aquel porcentaje, ya que todavía hay muchas materias pendientes a nivel de los cascos históricos de diversas ciudades del país. Una vez que logremos nivelar el contexto descrito, recién podremos hablar de un transporte vertical a partir de las experiencias que ya tienen países como China. Las ciudades del futuro son el norte para Chile, a la vez que el transporte vertical se presenta como un factor determinante para este tipo de nuevas realidades, las que también son atingentes a la calidad de vida de todos los chilenos y chilenas.