Salud mental, memoria y apoyo familiar: factores clave para el aprendizaje infantil en Chile
Un estudio realizado por investigadoras de la Universidad de O’Higgins (UOH) revela que el aprendizaje de los niños está profundamente influenciado por su salud mental, el desarrollo de su memoria de trabajo y el contexto familiar. Este trabajo, realizado en escuelas públicas de la Región de O’Higgins, ofrece una visión integral sobre cómo factores socioemocionales, cognitivos y ambientales interactúan desde los primeros años de escolarización, impactando los resultados en lectura y matemáticas.
“Los hallazgos muestran que los problemas de hiperactividad y las dificultades en relaciones sociales, comunes en muchos niños, tienen efectos negativos importantes en el rendimiento escolar. Estos factores pueden desviar su atención, limitando la capacidad para concentrarse y realizar tareas académicas. Por el contrario, los problemas emocionales, como la ansiedad, no mostraron un impacto directo en las habilidades de lectura y matemáticas, lo que sugiere que algunas dificultades internas pueden afectar menos el rendimiento escolar que aquellas que interfieren directamente con la dinámica social o de comportamiento”, explica la académica del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de O’Higgins y líder de la investigación, Gabriela Gómez.
Un elemento clave en la investigación fue el papel de la memoria de trabajo visoespacial, capacidad cognitiva que permite a los niños retener y manipular información visual y espacial. “Se encontró que aquellos con mayor capacidad en esta área no solo tienen mejores resultados en matemáticas y lectura, también muestran menos problemas de comportamiento. Esto sugiere que fortalecer la memoria de trabajo podría ser una herramienta clave tanto para el éxito académico como para el bienestar emocional”, añade la investigadora UOH.
Otros aspectos
Otro factor relevante es el contexto familiar, en especial el nivel educativo de la madre. Los niños con madres que han alcanzado un mayor nivel educativo tienden a obtener mejores resultados en lectura y matemáticas, probablemente debido al entorno de apoyo y los recursos educativos que pueden encontrar en el hogar. “Este aspecto subraya la necesidad de apoyar a las familias y promover la participación de los padres en la educación temprana, especialmente en sectores más vulnerables”, puntualiza Gómez.
Las diferencias de género también fueron significativas: los niños, en promedio, mostraron mayores niveles de hiperactividad y problemas de conducta que las niñas, lo que plantea la necesidad de adoptar estrategias educativas que atiendan este aspecto. “En contextos educativos, los enfoques diferenciados pueden ayudar a cada grupo a superar obstáculos específicos y a optimizar su potencial de aprendizaje”, señala la experta.
El estudio también destaca la importancia de diseñar políticas educativas integrales, que vayan más allá del contenido académico, para abordar el bienestar integral de los estudiantes. En particular, el desarrollo de programas de salud mental en las escuelas podría tener un impacto significativo en el aprendizaje y en la adaptación de los niños a los desafíos escolares.
Agrega que la investigación abre el camino para un sistema educativo que, desde el primer año de escolarización, considere no solo el rendimiento académico, sino también el bienestar emocional y el desarrollo cognitivo de los estudiantes, asegurando así un aprendizaje más significativo y equitativo.
Junto a la académica Gabriela Gómez, participaron del estudio las investigadoras Marlene Rivas, Valentina Giaconi, Camila Martínez y María Soledad Burrone, todas de la Universidad de O’Higgins.
Puedes leer la investigación “Comprender la influencia de la salud mental, el desarrollo cognitivo y los factores ambientales de los niños en los resultados de aprendizaje en Chile” en el siguiente enlace: https://www.nature.com/articles/s41599-024-03886-6