Abuso de Omeprazol en Fiestas Patrias

Por Dr. Nicolás Maldonado Acosta, Académico de Química y Farmacia – Universidad San Sebastián Sede De la Patagonia

Con la llegada de las Fiestas Patrias, los chilenos nos reunimos en torno a la mesa para disfrutar de lo que más nos gusta: empanadas, choripanes, carnes asadas, anticuchos, sopaipillas, vino, chicha y el tradicional terremoto. Se trata de un momento de celebración y encuentro familiar, pero junto con la alegría y la abundancia suele aparecer una molestia frecuente: la acidez estomacal o pirosis, ese ardor que tantos conocemos.

En los últimos años, se ha vuelto costumbre acudir de manera casi automática al omeprazol o a sus derivados para “prevenir” o “curar” estos malestares digestivos. Incluso hay quienes lo toman antes de una comida abundante, como si se tratara de una especie de escudo protector frente a los excesos. Este hábito, lejos de ser inocuo, refleja un uso inadecuado y riesgoso de un medicamento que nunca debió ser utilizado como antiácido de rescate.

El Omeprazol pertenece a la familia de los inhibidores de la bomba de protones (IBP), fármacos diseñados para tratamientos prolongados y bajo estricta indicación médica. Están indicados en enfermedades crónicas como el reflujo gastroesofágico persistente, úlceras gástricas o duodenales, esofagitis erosiva, e incluso en la prevención de complicaciones en pacientes que usan antiinflamatorios de forma crónica. Su acción farmacológica requiere varias horas para inhibir la producción de ácido en el estómago, lo que los hace completamente ineficaces para aliviar la acidez ocasional provocada por un exceso de comida o alcohol en una celebración.

Pero el problema no termina en la ineficacia. El uso prolongado e indiscriminado de Omeprazol puede traer consecuencias importantes para la salud. Diversos estudios han asociado su consumo crónico con déficit de vitamina B12, calcio y magnesio; mayor riesgo de fracturas óseas, infecciones intestinales y neumonías; e incluso alteraciones en la microbiota intestinal. En otras palabras: automedicarse con omeprazol “para el 18” no solo no soluciona el ardor pasajero, sino que abre la puerta a riesgos que aparecen silenciosamente con el tiempo.

La buena noticia es que la mayoría de las pirosis que sentimos tras una comida de Fiestas Patrias puede abordarse de manera mucho más segura y efectiva. Existen antiácidos simples —como los que contienen hidróxido de magnesio, hidróxido de aluminio o carbonato de calcio— que neutralizan el exceso de ácido gástrico en minutos, brindando alivio rápido y sin exponer al organismo a riesgos innecesarios. Estos fármacos son de acción inmediata y están disponibles en cualquier farmacia, además de que pueden usarse de manera puntual sin comprometer la salud a largo plazo.

Este 18 de septiembre, la invitación es clara: celebremos con responsabilidad, disfrutemos de la gastronomía nacional, pero cuidemos nuestro estómago y nuestra salud. Si aparece la acidez, lo más recomendable es optar por un antiácido seguro y, si los síntomas persisten, consultar al médico. El Omeprazol no es un “parche” para el exceso de comida, ni una pastilla mágica para la resaca digestiva; es un medicamento serio, con indicaciones específicas y riesgos asociados a su uso indebido.

La automedicación puede parecer una solución rápida, pero no lo es. Como comunidad debemos generar conciencia de que no todo malestar requiere de un “omeprazol de bolsillo”. El verdadero cuidado de la salud está en informarse, en consultar a los profesionales y en elegir alternativas seguras y efectivas. Porque las Fiestas Patrias deben dejarnos buenos recuerdos, no efectos adversos.

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