Niños condenados sin culpa: los hijos de padres alcohólicos
Por Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl – Conferencista, escritor e investigador (PUC)
La existencia que viven desde su estado fetal los hijos de padres alcohólicos –o de madres que beben en forma excesiva–, resulta ser un tema dramático, al mismo tiempo que repudiable, ya que los daños neurológicos, físicos, psicológicos y cognitivos que han sido detectados en estos niños en múltiples estudios, indican claramente que la mujer embarazada debe abstenerse totalmente de ingerir alcohol.
Y así como hace algunos años se obligó a los fabricantes de cigarrillos a rotular las cajetillas advirtiendo de graves enfermedades y posibles daños de tipo cancerígeno debido a los efectos del humo del cigarrillo en el organismo, una medida de iguales características debería ser implementada en nuestro país en relación con el consumo de alcohol, advirtiendo del grave daño que esta sustancia puede generar en las personas y, especialmente, en el bebé, durante todo el proceso de gestación.
Ahora bien, las nefastas consecuencias de la ingesta alcohólica en el feto durante la gestación están avaladas a través de los resultados de innumerables investigaciones realizadas en todo el mundo, ya que tanto el alcohol como el “acetaldehído” –que es el producto de degradación del alcohol– atraviesan sin ningún tipo de dificultad la placenta y alcanzan al feto, condición que comienza a generar una acción retardadora en la velocidad de multiplicación celular fetal, produciendo una serie de defectos congénitos.
Entre otras graves consecuencias, ello provoca un retardo del crecimiento prenatal y/o postnatal, condición que se traduce en desnutrición en los primeros años de vida, una alteración del sistema nervioso con retraso psicomotor, problemas de visión y audición, así como también déficit intelectual. Asimismo, hay rasgos cráneo-faciales que permiten realizar el diagnóstico del llamado “Síndrome Alcohólico Fetal”, tales como un cráneo más pequeño de lo normal –o microcefalia–, estrechez ocular, hundimiento de la base de la nariz, hundimiento del mentón, etc.
Es tan dramático el impacto del alcohol en los bebés durante el embarazo, que estos bebés pueden venir con dependencia al alcohol apenas nacen y, al no tener acceso a esta sustancia tras su nacimiento, comienzan a experimentar síntomas de abstinencia, tales como: temblores, irritabilidad, llanto excesivo, problemas para conciliar el sueño, etc., debido a la falta de la sustancia a la que estaban acostumbrados en el útero materno y sufrir lo que se conoce como Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF), causando daños neurológicos y de desarrollo en el largo plazo, siendo el Síndrome Alcohólico Fetal (SAF) el más grave.
Revisemos algunas de las severas consecuencias a las que se expone un bebé con una madre alcohólica o que es propensa al consumo excesivo de alcohol:
- Dependencia al alcohol y síntomas de abstinencia: dado el hecho que el alcohol atraviesa fácilmente la placenta, el feto se habitúa a su presencia, de modo que cuando nace y deja de recibir alcohol, su sistema nervioso central se sobreestimula, generando diversos síntomas de abstinencia, los que son muy similares a los que experimenta una persona adulta que es adicta a las drogas o al alcohol cuando no recibe su dosis de costumbre.
- Daño cerebral: el alcohol representa un producto venenoso para el cerebro en formación, ya que destruye células cerebrales, causando daños permanentes de carácter cognitivo y de comportamiento, tales como retraso mental, dificultades de aprendizaje, comportamiento hiperactivo, retrasos en el habla y en el lenguaje, pobre razonamiento y capacidad de juicio.
- Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal: el consumo materno de alcohol está en condiciones de causar una amplia serie de problemas, tales como: (a) rasgos faciales anormales, (b) problemas de crecimiento: bajo peso y baja estatura, (c) malformaciones de órganos: riñones y corazón, (d) problemas cognitivos: dificultades de aprendizaje, incapacidad para concentrarse, problemas con la memoria y descoordinación psicomotora, (e) riesgo aumentado de labio leporino.
Hay una serie de aspectos claves a tener en cuenta por parte de los padres que consumen alcohol en exceso, tales como:
- No existe un “nivel seguro de ingesta alcohólica” por parte de la madre durante el embarazo, ya que cualquier consumo puede ser dañino.
- Es un “proceso irreversible”, por cuanto las lesiones cerebrales causadas por el consumo de alcohol son permanentes, aun cuando un diagnóstico temprano podría, eventualmente, ayudar a manejar algunos de los problemas causados.
- La “abstinencia total de alcohol” representa la única forma de prevenir el Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF) y sus devastadoras consecuencias en el recién nacido.
