Beneficios del Open Banking: La importancia de una oferta más amplia de los servicios financieros
Históricamente los bancos han sido las entidades financieras encargadas de manejar las finanzas de la ciudadanía, regular el movimiento de dinero, los créditos y el acceso a ciertos beneficios. Este escenario ha cambiado completamente en los últimos años, donde la democratización de la banca y el acceso a servicios está al alcance de casi todos los ciudadanos.
De esta manera, con el foco en avanzar hacia un mercado más competitivo para la población, algunos países han tomado medidas para que la oferta sea más justa. Una de las ideas que ha tomado gran relevancia en estos años es el Open Banking. ¿En qué consiste? “La banca abierta es un concepto que apunta a que las entidades financieras compartan nuestra información con otras entidades financieras u operadores de tarjetas, muchas veces se tiende a confundir este concepto con portabilidad financiera, pero este último se refiere a poder transportar un crédito o deuda de un banco a otro”, asegura Daniel Castro, subgerente de Ecommerce de Adexus.
A pesar del avance existente en otros países, en el caso particular de Chile “aún estamos en discusiones legislativas, se cruzan argumentos de ciberseguridad y competencia y existen alegatos entre Fintech y Bancos. Además, hay otros obstáculos por parte de las entidades regulatorias y los bancos que están aún revisando su modelo de negocio y el cómo quieren interactuar en este nuevo ecosistema”, agrega el ejecutivo.
Los beneficios para la ciudadanía
Sin duda, la importancia de la banca abierta radica principalmente en los grandes beneficios que puede llevar a la ciudadanía a la bancarización, permitir el uso de pagos electrónicos y crear un ecosistema financiero extenso, promueve el crecimiento económico en toda categoría de empresas.
Al compartir los bancos la información, los proveedores tecnológicos pueden desarrollar plataformas centralizadas de información bancaria, generando comparaciones en tiempo real de tasas de intereses, costos de seguros y otros servicios financieros. Al mismo tiempo se puede facilitar a la ciudadanía información relevante para su toma de decisiones en acceso a créditos, depósitos u otros.
“Si bien, los bancos son los custodios de la información financiera de las personas, somos nosotros quienes tenemos el derecho de decidir si compartimos nuestra información y a quien. Por lo mismo, con el Open Banking, los bancos al tener una solicitud de un proveedor externo como una fintech, deberá entregar la información mientras se cumpla el contrato de requerimiento (claves, huellas, documentos) y el banco no podría rehusarse a colaborar”, enfatiza Castro.
En el futuro, las necesidades y objetivos inmediatos giraran en torno a la creación de un mayor acceso a la banca, convirtiendo a los servicios financieros tradicionales en una plataforma centrada en la tecnología que permite a todos los interesados, obtener los beneficios. A largo plazo la banca abierta cambiará la forma de hacer banca, junto con la calidad de vida de los clientes.