PAES, un fantasma que se acerca
Por Fabiola Velasquez Gómez
Docente Psicología
Universidad Santo Tomás Osorno
Como ocurre cada año, nos encontramos cerca de vivir una vez más, la rendición de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), que aunque a través de los años ha ido cambiando de nombre, continúa generando los mismos sentimientos de ansiedad y temor en los jóvenes que la deben rendir.
Debemos preguntarnos, ¿por qué esta prueba genera tanta expectativa y ansiedad a los jóvenes y a sus familias? La respuesta es sencilla, porque continúa asociándose a ideas de éxito o fracaso, y muchas veces sigue percibiéndose como la única alternativa para continuar estudiando, una vez egresado de la enseñanza media.
Muchos jóvenes han invertido una parte importante de su tiempo preparándose para este momento, sin embargo, no todos alcanzarán sus objetivos. El no alcanzar el puntaje deseado no significa fracaso, sino tal vez la posibilidad de mirar, evaluar y realizar cambios en los pensamientos, emociones y actitudes relacionados a esta evaluación.
La ansiedad con que se vive este momento, tiende a ser más intensa, cuando se piensa que el resultado obtenido en la PAES constituye el único camino de formación profesional futura, sin considerar opciones diferentes a ésta. Es fundamental llegar a rendir esta prueba, contando de antemano con algún plan alternativo, que represente un respaldo en esta situación.
No debemos olvidar que los principales actores en la PAES son jóvenes, que muchas veces aún se encuentran resolviendo sus temas de identidad, de independencia y autonomía, de autoestima, y que adicionalmente sienten el peso de tener que ser exitosos en este desafío, y obtener un puntaje que les permita el ansiado acceso a la Universidad.
Me pregunto ¿Qué pasaría si los estudiantes enfrentaran esta prueba, entendiéndola como una experiencia de vida, donde sea cual sea el resultado siempre va a significar una ganancia, un aporte a tu desarrollo cómo persona?
Debemos invitar a los jóvenes a enfrentar esta prueba como un desafío más, entre muchos otros que tendrán en su vida, y a rescatar positivamente la experiencia, independientemente del resultado que se obtenga.