Conectividad digital Rural. Por Rodrigo Mardones Gerente Agrollanquihue A.G.
Al menos 77 millones de personas que viven en territorios rurales de América Latina y el Caribe carecen de conectividad digital (acceso a internet) de calidad, según la reciente investigación denominada “Conectividad Rural en América Latina y el Caribe – Un puente al desarrollo sostenible en tiempos de pandemia”, realizada por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Microsoft.
A nivel nacional, según datos de la Subtel, solo el 16,8% de las viviendas en comunas rurales tienen conexión a internet fijo, versus el 67,8% en comunas urbanas.
Así las cosas, la suspensión de actividades presenciales en establecimientos de educación, en organismos públicos, y en importantes sectores productivos a causa de la pandemia, dejaron en evidencia los problemas que están teniendo cientos de miles de chilenos por la mala calidad o falta de cobertura de internet y de telefonía, en especial los estudiantes de las zonas rurales.
Nos preocupan mucho las brechas que se han generado por falta de conectividad digital. A pesar que se entiende que el desarrollo de este tipo de tecnología comienza por las zonas urbanas ya han pasado muchos años para que ésta llegue hasta las zonas rurales, en cantidad y calidad suficientes.
Si bien es cierto que existe conectividad de tipo inalámbrico a través de telefonía celular, esta no satisface las demandas actuales. Hay dificultades para ver videos o utilizar softwares especiales y que hoy son claves para tener una buena calidad de servicio, como la facturación electrónica, trazabilidad de los alimentos, acceso a conocimiento, capacitación y entretención, entre otros.
En nuestra región de Los Lagos hemos planteado al Consejo Regional y a la Intendencia la urgencia de llegar a las zonas rurales con la mejor tecnología de transmisión de datos posible, emulando los exitosos programas de electrificación y agua potable rural. Creemos que la más adecuada es la fibra óptica, cuyo costo es cada vez menor. Con un buen programa regional, podemos comenzar a satisfacer la necesidad de conectividad digital de alta calidad para todo el mundo rural, que representa alrededor de un 30% de la población de nuestra región, a la que se suma un grupo importante de personas, que, aunque no vive en los campos, se desenvuelve en el sector rural, en colegios o actividades relacionadas con el turismo, comercio, agricultura, pesca y acuicultura, entre otros.
Recientemente, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (SUBTEL) realizó el llamado a concurso público para asignar la “Macrozona Sur” del proyecto Fibra Óptica Nacional (FON), que beneficiará a 116 localidades que están en las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. Esta iniciativa contempla el despliegue de 10.000 kilómetros de tendido de fibra óptica a lo largo del territorio nacional y con un subsidio histórico para su construcción, que alcanza los 86 mil millones de pesos. Sin embargo, nos hemos enterado que dicho proyecto busca unir ciudades y algunos pueblos y localidades, no contemplando la posibilidad de abrir la fibra a quienes lo requieran en zonas intermedias. Tenemos nuestra firme esperanza que este tipo de proyectos puedan llegar a la mayor parte de los habitantes, empresas y emprendimientos rurales.
Chile aún tiene mucho que avanzar en su desarrollo, pero sin duda uno de los grandes desafíos que tiene para “emparejar la cancha”, es la conectividad digital rural.