La solidaridad como pilar del éxito del emprendimiento

Andrés Montoya – Socio G100 y y director Grupo Progestion

En un mundo donde la competencia y el individualismo parecen dominar, es fácil olvidar un valor esencial que ha demostrado ser clave en el desarrollo económico: la solidaridad. Lejos de ser un simple acto altruista, es la base sobre la cual se construyen las sociedades prósperas y, en particular, los emprendimientos exitosos.

A raíz del Mes de la Solidaridad que se conmemora este mes, es importante recordar que una idea innovadora se transforme en un negocio sostenible, es indispensable contar con el apoyo de la sociedad.

 

El estudio de la institución financiera American Express “Solidaridad, clave para los negocios locales” de 2021 asegura que “los negocios locales son fundamentales para la economía de la comunidad a la que pertenecen; por esto, si un establecimiento tiene problemas, esto se reflejará en todo su entorno”, y que “las acciones de colaboración como compartir tecnología y conocimientos, recomendarse unos a otros pueden resultar en un comercio local fortalecido”.

 

La falta de solidaridad puede tener efectos negativos. Sin el respaldo de la sociedad, muchos emprendedores se ven obligados a abandonar sus proyectos, lo que no solo afecta a ellos, sino a toda la sociedad.

Incluso, Pedro López quien es Team Principal de ExO Builder, el ecosistema global de emprendimiento tecnológico más diverso del mundo, en una columna del 2022 en el medio mexicano Expansión, recalca este punto afirmando que “quienes han alcanzado la fama empresarial lo han hecho trabajando con otros y abriéndose constantemente a nuevas ideas; se han rodeado de compañeros con ideas afines que les desafían, les empujan y les aportan ideas, ya que han capitalizado sus redes de apoyo”.

 

Muchas veces contar con un apoyo puede hacer la diferencia entre emprender y no hacerlo, porque no es fácil. Es por eso que desde G100 creemos que al apoyar a los nuevos negocios puede generar una sociedad más fuerte. En el momento actual en el que estamos en Chile, los necesitamos para preservar esa libertad y aprovechar lo virtuoso del emprendimiento a nivel de tejido social, porque enriquece las sociedades y quita esa sensación de disconformidad que lleva al inmovilismo. Y esto lo hacemos siempre con base en las “Cuatro C”: Capital, Cariño, Consejo y Contacto. Además, de los Campeonatos Nada Nos Detiene, donde pueden conocer a otros emprendedores y formar una comunidad en la cual ayudarse.

 

Apoyar a quienes se atreven a innovar y crear es, en última instancia, una inversión en el bienestar común. Una economía potente y llena de oportunidades es el resultado de una sociedad que entiende y practica la solidaridad como un valor esencial.

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