13 mil veces más dulce que el azúcar: estos son los riesgos del neotamo, endulzante que podría debilitar la barrera intestinal
¿Quién puede resistirse a un rico café con un toque dulce o a un pedazo de torta casera? Los endulzantes son parte de nuestra vida diaria y nos acompañan en muchos momentos. Pero, ¿sabías que lo que creías que era una opción saludable podría estar afectando tu salud?
Estos endulzantes, a pesar de ser promocionados como alternativas saludables al azúcar, podrían estar dañando nuestra microbiota intestinal y aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, incluyendo trastornos neurológicos como el Parkinson.
“Los endulzantes artificiales, como el aspartamo y el neotamo, han sido ampliamente utilizados durante décadas, pero la evidencia científica cada vez más sólida sugiere que sus efectos en el organismo van más allá de lo que se creía anteriormente”, afirma la nutrióloga de Clínica INDISA Maipú, Dra. Natalia Aybar. “Estos compuestos podrían estar debilitando la barrera intestinal, permitiendo que bacterias dañinas ingresen al torrente sanguíneo y desencadenen una cascada de reacciones inflamatorias que afectan diversos órganos y sistemas”.
El neotamo: un nuevo actor en escena
Un estudio reciente publicado en la revista Frontiers in Nutrition ha revelado que el neotamo, un endulzante de nueva generación, podría ser tan perjudicial para la salud como sus antecesores. Este compuesto, 13.000 veces más dulce que el azúcar, ha sido promocionado como una alternativa segura y sin calorías. Sin embargo, la investigación sugiere que podría estar causando la muerte de las células epiteliales intestinales, lo que debilitaría la barrera protectora del intestino y facilitaría la entrada de bacterias patógenas.
El aspartamo: un viejo conocido con nuevos problemas
Por su parte, el aspartamo es uno de los endulzantes artificiales más utilizados en el mundo, tampoco se libra de las críticas. Estudios científicos han demostrado que este compuesto podría estar alterando la microbiota intestinal y favoreciendo el crecimiento de bacterias asociadas a la resistencia a la insulina y al desarrollo de diabetes tipo 2.
¿Pero qué pasa cuando tenemos altos niveles de azúcar en la sangre?
- Aumento de la sed: sensación constante de querer beber líquidos.
- Micción frecuente: necesidad de orinar con mayor frecuencia, incluso durante la noche.
- Visión borrosa: fluctuaciones en los niveles de azúcar pueden afectar la capacidad de enfoque.
- Cansancio extremo: a pesar de dormir lo suficiente, te sientes fatigado.
- Pérdida de peso involuntaria: el cuerpo metaboliza la glucosa para obtener energía, lo que puede llevar a la pérdida de peso.
- Infecciones recurrentes o heridas que pueden tardar en sanar: niveles altos de glucosa en sangre pueden interferir con la inmunidad.
- Hormigueo o entumecimiento en manos y pies: neuropatía, un daño a los nervios periféricos puede ocurrir en personas con diabetes descompensada.