Cuidar nuestros humedales, desarrollo sustentable para el futuro. Por Klaus Kosiel Leiva Seremi del Medio Ambiente, Región de Los Lagos.
El día 2 de febrero celebramos el día Mundial de los Humedales, significativa fecha por la trascendental importancia de estos ecosistemas, hábitats de gran biodiversidad, así como soporte de múltiples funciones ambientales asociadas a la mantención de la calidad de vida y valor natural de nuestra extensa región, tanto en nuestras zonas rurales como al interior de nuestras ciudades.
No han sido menores los avances sostenidos hasta la fecha durante estos años del Gobierno del Presidente Piñera, entre ellos, el Plan Nacional de Protección de Humedales 2018-2022, que ya en nuestra región cuenta con 7 nuevos Santuarios de la Naturaleza aprobados y en proceso de declaratoria, sumando alrededor de 15.000 hectáreas de humedales, avanzando hacia su protección oficial.
A la vez, como Ministerio del Medio Ambiente hemos iniciado el Programa de Reconocimiento Oficial de Humedales Urbanos, siendo la Región de Los Lagos, la zona con mayor cantidad de sitios en este primer proceso, hito significativo hacia la implementación de la Ley N°21.202 de Humedales Urbanos, que nos invita a seguir avanzando, a través del trabajo mancomunando con las organizaciones ciudadanas y los municipios.
No obstante ello, es preciso señalar que hay temas que llaman a la preocupación, ya que situaciones como la tala ilegal de bosques nativos, la alteración de laderas, afectación a humedales y riberas de ríos y lagos a lo largo de nuestra región por múltiples proyectos inmobiliarios – y de otra índole- son cada vez más frecuentes y visibilizadas por reiteradas denuncias ciudadanas, que dan cuenta del descontento de la comunidad frente a vulneraciones ambientales en distintas zonas, en especial en aquellas declaradas como “Sitios prioritarios para conservación de la biodiversidad” y “Santuarios de la Naturaleza”, tal como es el caso del Río Maullín, en la provincia de Llanquihue, o el Río Chepu en la provincia de Chiloé.
Aún queda un largo camino por recorrer hacia la efectiva protección de nuestro patrimonio natural, y así cómo las instituciones públicas debemos avanzar en la fiscalización de las distintas situaciones, se requiere a la vez de mayor conciencia y responsabilidad desde los distintos ámbitos de nuestra sociedad, sobre todo en el modo en que se interviene y se utiliza el territorio. En este sentido, es menester el llamado a respetar los valores ambientales, más allá del amparo de subterfugios o desamparos legales, así como a veces a través de prácticas reñidas con la normativa.
Es de real importancia cuidar nuestros tesoros naturales, sobre todo ante la realidad del cambio climático que vivimos y que cada día está más presente. Nuestros bosques nativos, humedales, ríos y lagos cobran cada vez mayor relevancia para sostener la calidad de vida y el desarrollo sustentable que muchos queremos y requerimos hacia el futuro. Es urgente que se reenfoque la mirada, para cuidar la naturaleza más allá de intereses particulares, entendiendo que lo que hacemos en la actualidad marcará el futuro hacia el cual nos encaminamos.