Innovador emprendimiento familiar se abre camino en la fabricación de productos de ovejas vascas
En la comuna de Cunco, región de la Araucanía, se encuentra el emprendimiento familiar “Oveja Vasca”, productora láctea liderada por Ana María Vial, cliente de Cooprinsem. Esta iniciativa que nació a orillas del lago Colico, comenzó de manera casual, ya que la emprendedora junto a su familia buscaban un terreno que les sirviera para construir una huerta, desarrollar pequeños proyectos agrícolas y especialmente, para disfrutar al aire libre de las actividades campestres junto a sus tres hijos y cuatro nietos.
En el proceso de búsqueda, su marido —de origen Vasco—, se encontró con un aviso de venta de ovejas provenientes de esta comunidad autónoma española, y según cuenta Ana María, les llamó mucho la atención. Después de conversarlo, decidieron llamar al teléfono del aviso para concretar una visita al lugar y comprar tres de estas ovejas para su parcela; sin embargo, terminaron adquiriendo quince de estos ejemplares.
Con el paso de los meses, entusiasmados en continuar con la crianza de ovejas a través de la implementación de nuevos métodos reproductivos, como la inseminación artificial de ejemplares finos, conocieron a la médico veterinario y actual asesora externa del negocio familiar, Claudia Letelier, quien ha trabajado, no sólo para darle continuidad a la genética de la raza Latxa, sino también para hacer crecer el rebaño.
Se configuró así un pequeño equipo de trabajo, permitiendo traer nuevas tecnologías a la que, para ese momento, estaba lejos de ser sólo una parcela de agrado. De hecho, dieron el gran salto en la ordeña de ovejas, labor que inició con un pequeño carro, para luego dar paso a un equipo fijo de cuatro unidades. Y en octubre del año 2020, comenzaron a operar con un equipo nuevo marca Delaval de seis unidades de ordeño, que fue instalado por personal de la Unidad de Ordeña Mecánica de Cooprinsem de Temuco y Los Ángeles.
“Nuestra sala de ordeño cuenta con una estructura de bretes para doce ovejas, la cual opera con un sistema de salida rápida y alimentación en comederos con silo Choretime. En este equipo se están ordeñando a 150 ovejas, y queremos llegar a un máximo de 250 o 300 ovejas en ordeño. A futuro queremos seguir creciendo con nuestro campo, y mejorando así nuestra producción”, comentó la productora.
Sabine Euteneier, Jefe Área de Ordeña Mecánica Zona Norte de Cooprinsem comentó que, como Cooperativa de los Agricultores, se sienten tremendamente orgullosos de haber participado de esta instalación, que les permitió una mejora en sus productos. “Hoy ellos cuentan con una sala de ordeño de ovejas que no es habitual. Esta es una de las más modernas y posee tecnología de punta, tanto en Chile como en Sudamérica, lo que los ayudó a evolucionar en su propuesta de trabajo que tanta pasión le otorga a la familia, ya que estaban ordeñando con un equipo básico de dos unidades y el objetivo era reducir los tiempos de ordeño, para poder aumentar la cantidad de animales y mejorar el bienestar animal. Siempre enfocado a un producto final que es el queso de oveja de una línea bastante gourmet”.
PRODUCTOS “OVEJA VASCA”
Con el objetivo de seguir avanzando hacia el futuro, Ana María Vial y su emprendimiento familiar, tomaron el camino de la fabricación de quesos. Esta idea nació luego de que su hija y yerno participaran en cursos de producción de quesos de oveja, por lo que a modo de prueba, decidieron poner en práctica todo lo aprendido con relación a la fabricación de este exquisito derivado del lácteo.
Así es como la historia de gestación del negocio familiar, llena de casualidades o sincronías, finalmente dio origen a la elaboración de productos de campo “Oveja Vasca”, sello que se esfuerza por estar a la vanguardia en sabores y manufactura, con el fin de extasiar el paladar de sus clientes.
Ana María Vial, sostuvo que en este emprendimiento, ha encontrado su pasión por las ovejas. “Todos los proyectos que estamos realizando y queremos ejecutar a futuro, forman parte de esta idea de trabajar junto a estos animales. Con el tiempo, hemos aprendido el manejo con el que se deben llevar y hemos asistido los partos, ya que esta raza tiene una gestación que dura en promedio 4 días más que las otras, lo que trae como consecuencia corderos más grandes, a los cuales en ocasiones se les debe ayudar a nacer”.
Finalmente, la productora apuntó que el bienestar animal dentro de su predio es fundamental. “Aquí trabajamos fuertemente en evitar arreos bruscos, lacear a los animales y el trato brusco hacia ellos. Ha sido un desafío, pero se ha aprendido mucho en el campo. Las personas en general asociaban a la oveja como animal para ser consumido por su carne y no para ser utilizadas para ordeñar, por lo que nosotros buscamos cambiar esa mentalidad”.