Más de dos toneladas de basura se recogieron en limpieza del borde costero de la comuna de Puerto Montt
Niños/as, adolescentes, jóvenes y adultos, con motivación y compromiso por el cuidado del medio ambiente, se sumaron a la limpieza del borde costero del primer tramo de la carretera austral, logrando retirar más de 2 mil kilográmos de residuos encontrados en una distancia de 32 kilómetros aproximadamente des
La iniciativa fue organizada por la Agrupación Cultural, Social y Ambiental, Monte Mar, integrada por jóvenes habitantes del sector de Metri, quienes crearon el proyecto “Limpieza masiva de nuestro borde costero” para presentarlo a una Consulta Juvenil el año 2019 en el marco del Programa Presupuesto Participativo Juvenil de la Municipalidad de Puerto Montt.
“Es un proyecto participativo en el cual votaron jóvenes entre 14 a 29 años y en esa oportunidad fue el más votado, teniendo muy buena recepción por parte de la comunidad. Cuando las limpiezas se comenzaron a hacer después de todas las dificultades generadas por la pandemia, hubo más gente interesada en participar. En algunos lugares, llegó gran cantidad de personas, por ejemplo, en Caleta La Arena, hubieron alrededor de 30 personas y pudimos sacar más de 300 kilos de basura, lo cual es bastante significativo. También muchos vecinos estaban super contentos con los carteles y avisos con mensajes de concientización instalados en los sectores”, precisó Gabriela Píriz, integrante de la agrupación, quien actualmente estudia un doctorado en Cienci
Píriz continuó explicando que la iniciativa nació porque divisaron la acumulación de diversos residuos provenientes de diversas fuentes, como, turistas, personas que habitan el borde costero, así como también empresas mitilicultoras y salmoneras. “Al ver esta problemática pensamos en desarrollar este proyecto con el fin de evitar que los residuos se sigan acumulando y afecten a la flora y fauna del lugar, así como las especies marinas que son muy suceptibles a las redes y plásticos. También la idea es generar un poco de conciencia en los visitantes y habitantes del territorio y marcar un precedente para la realización de actividades de este tipo en la comuna de Puerto Montt, aportando con el desarrollo turístico y el cuidado de nuestro entorno”, sostuvo Píriz.
En relación a los residuos encontrados durante la limpieza, Karina Astorga, también integrante de la agrupación, detalló que “la mayoría fueron restos de cuerdas de todos los tamaños, plumavit, sellos de salmoneras, cabos, latas de cerveza, botellas de vidrio y plástico y escombros de construcción. También encontra
Al respecto, Astorga, enfatizó que hay dos dificultades para cuidar y proteger el borde costero. “Una tiene que ver con al educación ambiental y la otra con la prevención a través de políticas públicas. En cuanto a la primera, hay muy poca conciencia por cuidar y preservar por quienes visitan la playa, sin respetar a quien puede ir más tarde a disfrutar del mismo lugar y también por parte de las salmoneras, los cultivos de choritos y la pesca artesanal que tienen muchos residuos flotando en el mar que las mareas bajas revelan, no cuidando el espacio en el cual trabajan. Esto se une con la poca prevención a través de políticas pública, pues la fiscalización debería ser un tema muy importante, además de la instalación de puntos limpios para separar la basura y designar más fondos para la educación ambiental para que la labor no sea todo el tiempo estar recogiendo la basura, sino más bien, hacernos cargos y tomar conciencia de los residuos que generamos”.
Una de las personas que participó durante la limpieza fue Javiera Niño de Zepeda, mamá de tres hijos y psicóloga, quien expresó que “lo que más me ha inspirado, es presenciar el efecto en los niños/as que participaban. Me sorprendió la rapidez del contacto directo de los pequeños, con cada sitio al que se convocaba, así como también el acto mismo de participar en la recolección de los residuos, permitió en ellos/as integrar aprendizajes tan significativos. Su capacidad de explorar a través del movimiento el lugar, no solo les beneficiaba emocionalmente, (lo cual ya es muy bueno), sino que también les permitía reconocer y asimilar la gran variedad de especies de flora y fauna, de los cuales eran testigos, desplegándose un sentido de orientación, pertenencia y responsabilidad, tan fundamental para un desarrollo psicoemocional sano”.
Niño, también realizó un llamado a la comunidad. “El borde costero está dia a día expuesto y amenazado por la contaminación, y cada uno de nosotros es responsable de hacer un cambio que aporte en la reversión de esto. Invito abrir los ojos para apreciar la hermosa biodiversidad del territorio costero, del cual somos parte. A que se acerquen y exploren de cerca, cuán bien nos hace al alma, al cuerpo y a la mente, el poder escuchar el sonido del mar, ver las aves volar, sentir cómo el aire nos despeja, de este modo, despertaremos nuestro sentido de responsabilidad y cuidado, por aquello que tan bien nos hace. Cuidar el borde costero, es cuidar de nosotros mismos y las nuevas generaciones”, subrayó la participante.
Por su parte, Luke Groven quien de igual manera se sumó a la causa junto a su esposa, también se refirió a la iniciativa. “Habíamos caminado por la playa de Puerto Montt y nos dimos cuenta la gran cantidad de desechos que había y nos dijimos que la próxima vez que la visitáramos llevaríamos una bolsa para limpiar un poco. Luego por casualidad nos enteramos que existía este proyecto y participamos. Ha sido una linda experiencia, de hecho nos mudamos hace poco desde Santiago y conocimos muchas personas comprometidas con esto. Creo que es muy importante que este grupo lo siga haciendo para que más gente pueda comprometerse a luchar”, dijo Groven.
La agrupación y los participantes que se sumaron a la cruzada, esperan que la comunidad pueda responder concretamente al sentido de responsabilidad social y ecológica, en medio de una crisis ambiental y al mismo tiempo buscan inspirar a cada uno/a para que repliquen estas iniciativas en sus propias vidas y comunidades.