Proyecto experimental piloto a partir de residuos alimentarios, podría contribuir a mediano y largo plazo a la solución de la escasez de biocombustible.

Frente a la actual crisis que golpea a la industria del pellet, la Asociación Chilena de Biomasa (AChBiom) anunció recientemente la implementación de un protocolo en conjunto con el Ministerio de Energía para regular la venta de pellets de madera. Este insumo sirve como combustible para sistemas de calefacción en la zona del sur del país. En los últimos años el uso de pellet se encuentra en franco aumento debido al cambio cultural que se está experimentando en relación al uso de la leña, como principal método de calefacción y al replanteamiento sobre la explotación y tala indiscriminada de bosques en la zona sur del país. Este protocolo incluye racionar compras y regular el alza de precios. Este conjunto de medidas se toman debido a la escasez de stock experimentada desde fines de julio, debido al aumento de su consumo inducido por la olas de frío que durante este periodo se han vuelto más intensas.

Según señala la AChBiom, a partir de marzo se ha desarrollado un crecimiento de un 100 por ciento superior al esperado en la demanda de este producto, esta situación se ha agudizado en ciudades como Coyhaique, Puerto Montt, Valdivia y Temuco, donde ha existido una sensación de desabastecimiento. Esto a su vez ha ocasionado inseguridad y molestia en los usuarios que hicieron en los últimos dos años importantes inversiones para cambiar sus sistemas de calefacción a leña por pellet.

QUIEBRE DE STOCK Y ALZA DE PRECIOS

Desde la masificación del déficit, el cual se hizo tendencia en redes sociales, se ha comenzado a registrar quejas por parte de usuarios que han notado un aumento de precio en este producto: el saco de pellet de 18 kilos presenta un valor promedio de 4.000 pesos, pero dadas las actuales condiciones incluso llega a costar el doble. Otro problema con el que se ha tenido que lidiar es que algunas familias acaparan producto, fenómeno producido por el temor a desabastecimiento que se ha exacerbado por efecto de la pandemia del COVID-19, las amenazas de huelga de los camioneros y la actual situación de falta de stock. A esto se suma que las personas que tienen estufas a pellet ‒ en base al protocolo implementado por la AChBiom y el Ministerio de Energía ‒ deberán racionar su compra con un máximo de siete sacos por familia una vez a la semana, para regular el mercado de este producto hasta que la situación se regularice.

UNA SOLUCIÓN SURGE DESDE LA REGIÓN DE LOS RÍOS

El proyecto impulsado por la carrera de Nutrición de Universidad Santo Tomás sede Valdivia, denominado “Elaboración de pellet a partir de residuos orgánicos provenientes del programa de alimentación escolar (PAE)” proyecto financiado por el Fondo de innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de los Ríos y su Consejo Regional, busca contribuir a la solución de eventualidades como las que se atraviesan actualmente.

La Directora del Proyecto, Massiel Salazar Garrido, expresa que esta iniciativa aporta  a utilizar materias primas no convencionales para la elaboración de pellet. Estas corresponden a residuos orgánicos que  se eliminan mayoritariamente en domicilios y vertederos, no teniendo un uso alternativo. Es así, como este proyecto experimental piloto contribuye a mediano y largo plazo a diversificar la matriz energética  a través de una alternativa de biocombustibles sólidos (pellet) y  a  mitigar la  contaminación atmosférica por el uso masivo de leña.

Por su parte la Rectora de Santo Tomás en Valdivia, Laura Bertolotto, explicó que “ este tipo de proyectos demuestran la importancia de alianzas, entre la academia y organismos públicos, y cómo ello puede contribuir a la solución de problemáticas, como el pellet en este caso, y lo principal de  manera sustentable”.

En el Programa de Alimentación Escolar (PAE) de JUNAEB que sustenta la alimentación de estudiantes de colegios municipales y particular subvencionados, se generan aproximadamente 10 toneladas semanales de residuos orgánicos en la ciudad de Valdivia y 15 toneladas semanales de residuos en las comunas de Lanco, Panguipulli, Los Lagos, Paillaco, La Unión, Río Bueno, Futrono y Lago Ranco. Del total de residuos generados, más del 90% son eliminados como residuos domiciliarios, volumen que causa un impacto medioambiental negativo. Este impacto puede reducirse considerablemente valorizando energéticamente estos residuos. Este proyecto busca elaborar y validar una alternativa viable de pellets de alto poder calorífico, baja emisión de contaminantes atmosféricos como material particulado respirable, bajo costo y sustentable a partir de residuos orgánicos.

Para el Jefe de la División de Fomento e Industrias del Gobierno Regional de Los Ríos, Sr. Ernesto Espinoza Navarrete “este proyecto de innovación, con la validación técnica correspondiente,  posee un gran potencial comercial en el mediano plazo, en el que la Universidad Santo Tomás -en alianza con empresas e instituciones públicas de la Región- tiene el desafío de avanzar sistemáticamente en ir validando los procedimientos y técnicas para la obtención de materia prima, su posterior gestión logística y su transformación final en un biocombustible (pellet) que cuente con las certificaciones de calidad y características funcionales, que lo conviertan en una alternativa factible y viable de utilizarse para la calefacción domiciliaria en nuestra región”.

Agregó que, “En este proyecto FIC, se espera contar con las validaciones tecnológicas y eventualmente comerciales de los prototipos de pellet fabricados a partir de residuos orgánicos, lo que esperamos en el mediano plazo, facilite un cambio en la cultura de clasificación de residuos a nivel de empresas, instituciones y familias en general, donde las posibilidades de nuevas iniciativas de economía circular, innovación social y/o tecnológica son amplias y diversas para masificación de esta alternativa”

Este proyecto cuenta con seis meses de ejecución y ya ha iniciado las primeras pruebas experimentales. Dentro de los avances también se encuentra la elaboración de un Manual de Buenas Prácticas de Gestión de Residuos para Valorización Energética: documento técnico de transferencia tecnológica que comprende la estandarización de los protocolos desde la generación del residuo en el colegio piloto (Escuela Alemana de Paillaco) hasta su recepción en la planta de elaboración de pellet. Además, incluye un capítulo dedicado a la  Educación Ambiental, en el cual revela el aporte del proyecto a la Certificación Ambiental de los Establecimiento Educacionales (SNCAE).

De igual forma, se desarrolló una lámina de flujo de proceso de gestión de residuos, la cual representa un resumen didáctico del Manual de Buenas Prácticas de Gestión de Residuos  para Valorización Energética representado a través de una cápsula de video que será difundida a través del sitio https://www.facebook.com/Obtención-de-Pellet-a-partir-de-Residuos-Orgánicos-107220707745313/.

Se han realizado también pruebas experimentales preliminares de elaboración de pellet mediante secado y triturado, utilizando diferentes variedades de vegetales. Estas pruebas han permito evaluar la potencialidad de cada variedad de residuos, con buenos resultados hasta la fecha. Sin embargo, todavía faltan instancias de experimentación y estandarización de proceso para la obtención de un producto final que cumpla con determinados estándares de calidad para su comercialización a mediano y largo plazo.

Por su parte el Seremi del Medio Ambiente, Daniel Del Campo explicó que “nos interesa apoyar la innovación presente en esta iniciativa, pues su temática aborda las problemáticas ambientales más importante para nuestro país, según la Encuesta Nacional del medio ambiente; la contaminación atmosférica y los residuos. Además, obtiene la materia orgánica o la materia prima para la elaboración del pellet, desde la Escuela Alemana de Paillaco, implementando el concepto de Economía Circular, que como ministerio hemos promovido. No queda más que felicitar a la Escuela de Nutrición de la Universidad Santo Tomás”.

Cabe mencionar que este proyecto cuenta con el apoyo de las siguientes instituciones asociadas: SEREMI de Medio Ambiente, JUNAEB, Empresa Concesionaria Las Dalias, Maderas Austral SPA, Escuela Alemana de Paillaco, Gendarmería y SEREMI de Energía.

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