En Chile la productividad en el sector de la construcción se encuentra estancada desde hace 10-15 años, mientras que, en el resto de los sectores económicos nacionales, esta ha aumentado.

Usted se preguntará, ¿qué tiene que ver esto con la actualidad nacional?

Porque –y tal como indicó el presidente de la CChC la semana pasada- las ayudas sociales han disminuido la cantidad de trabajadores en el rubro de la construcción, produciendo que se experimenten atrasos y sobrecostos relevantes en los resultados esperados de los proyectos. [1]

Es importante considerar que el problema de escasez de mano de obra es transversal y no solo ocurre acá. Casos internacionales muestran que las industrias de países que han tenido que lidiar con falta de trabajadores, han respondido reorganizando sus recursos y capacidades disponibles.

En Australia, por ejemplo, el costo de la mano de obra equivale casi al doble que Chile, por lo que se impulsó la prefabricación de elementos de construcción. Esto hace que los trabajos a realizar se ejecuten con un menor número de personal y en plazos menores.

Singapur, al presentar escases de trabajadores, se apoyó en la mano de obra extranjera poco calificada. Para revertir esto, incluyeron la productividad en la construcción como prioridad nacional desde el Estado.

El tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones adelantará este fenómeno mundial en nuestro país, pero en ningún caso es el responsable de la nula actualización que posee el rubro de la construcción. Más que estar centrado en si es que el tribunal constitucional aprobará o vetará este trámite, es fundamental que se tome esto con altura de mira, analizando qué medidas tomar para poder trabajar con menor cantidad de personal. ¿Sugerencias? Seguir el modelo de Australia, Singapur o Suecia en donde se busca incluir normativas de estandarización de procesos en la industria de la construcción repitiendo patrones, lo que disminuye las pérdidas, o crear incentivos a inmobiliarias para generar proyectos en donde se incluyan metodologías constructivas en base a estructuras prefabricadas, lo que hace que los plazos de ejecución de las actividades sean menores.

Ideas y ejemplos hay por montones, por lo que más que estar centrado en el famoso 10%, se requiere generar proyectos, implementar ideas y ejecutarlas para que la construcción sea más productiva con menor cantidad de personal directo.

Pedro Pablo Benavente Martin.

Constructor Civil.

 

[1] Estudio de productividad de la CChC, octubre 2020.

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