¿Todo lo natural es inofensivo?
Paula Bernasconi Barrios
Académica de Química y Farmacia
Universidad San Sebastián Sede De la Patagonia.
El consumo de plantas medicinales por parte de la población ha aumentado en los últimos años, a pesar de ser una práctica bastante antigua, ha crecido el interés por la fitoterapia, es decir el uso de las plantas medicinales para tratar distintas dolencias, bajo la creencia de que lo natural no puede dañar al organismo y resulta beneficioso.
Se sabe que las personas mayores son las que más utilizan plantas medicinales y si a esto sumamos que habitualmente toman dos o más medicamentos, el uso correcto se convierte en algo de vital importancia, pero ¿por qué?
Las plantas o hierbas medicinales suelen ser utilizadas con fines preventivos o curativos, y aunque existe la percepción de que estos productos son inocuos, en la realidad sí tienen actividad farmacológica y pueden producir interacciones con medicamentos, como por ejemplo la disminución o aumento de la actividad de este y a su vez producir efectos nocivos para la salud.
En virtud de lo anterior, resulta relevante educar en torno al uso de plantas o hierbas medicinales que comúnmente se utilizan como componentes complementarios a los tratamientos convencionales.
Al respecto, es necesario saber identificarles, tener precaución al usarlas en infusiones muy concentradas y por periodos largos de tiempo, pero por sobre todo informar a su médico o farmacéutico si está consumiendo alguna, ya que de esta manera se podrían detectar o anticipar posibles riesgos para la salud.