Una hora al año para reflexionar

Por Leandro Gottlieb – Country Manager de Kimberly-Clark Chile

Apagamos luces todos los días. Es un acto que, principalmente, hacemos de manera automática, y casi inconsciente, para marcar el fin de la jornada e ir a descansar. Sin embargo, una vez al año, por una hora, apagar las luces busca que reflexionemos sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y reducir el impacto de la actividad humana.

Este sábado 25 se celebra la Hora del Planeta en todo el mundo. Una acción colectiva para que las personas, sea donde sea que estén, reafirmen su compromiso con el cuidado de la Tierra.

El cambio climático y la degradación ambiental son problemas graves que nos afectan a todos, y requieren una respuesta urgente y coordinada a todo nivel. Desde la individualidad para adoptar prácticas más sostenibles en el día a día, como así también desde el mundo empresarial que debe buscar cómo impactar cada vez menos el medioambiente producto de las operaciones y los productos que se fabrican.

En Kimberly-Clark tenemos una meta clara hacia el 2030 y una estrategia global que nos guía para reducir de manera significativa nuestra huella hídrica, de carbono, de plástico y forestal, de la mano de la innovación y escalando de manera eficiente nuestra tecnología.

En Chile trabajamos bajo los estándares de la Ley REP desde mucho antes que se promulgara y la planta Santiago, ubicada en la comuna de Colina, apuesta por ser de clase mundial con resultados sustentables.

Para conseguirlo se ha implementado una política “Zero Waste”, o Cero Desechos, que implica reutilizar y/o reciclar, los productos para que no regresen al medioambiente en forma de basura o desperdicios. Además, nuestra planta posee un control de la intensidad lumínica que se autorregula según la luz natural, donde de día se utiliza apenas un 20%.

Todos tenemos la responsabilidad de hacer nuestra parte: en las familias creando hábitos más sustentables hacia las nuevas generaciones, los entes públicos reforzando campañas de concientización de la población y también innovando en la manera de hacer las cosas y promoviendo políticas y medidas más eficaces para proteger nuestro entorno y, sin duda, las empresas, repensando sus procesos para disminuir el impacto de los productos y las operaciones.

Si bien una hora puede parecer un pequeño gesto, el movimiento colectivo que representa La Hora del Planeta, puede generar un gran impacto al hacernos reflexionar de todo lo que podemos hacer hacia el futuro para cuidar nuestra Tierra.

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