SAG instala dispositivos que ayudan al control de la polilla del racimo de la vid
En la comuna de Osorno, el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, comenzó la instalación de confusores sexuales, dispositivos que forman parte de la estrategia de control de la polilla del racimo de la vid (Lobesia botrana) que busca evitar que esta plaga agrícola se establezca en la región de Los Lagos.
Durante el mes de diciembre se llevará a cabo la instalación de más de 1600 dispositivos en el radio urbano y céntrico de Osorno, cubriendo una superficie aproximada de 32 hectáreas, entre las calles Errazuriz, Prat, Colón, Aníbal Pinto, y Los Carrera.
El Director Regional (S) del SAG, Alfredo Kido, hizo un llamado a la comunidad de Osorno a colaborar con esta labor “permitiendo el ingreso de nuestros inspectores al exterior de los domicilios (patios) con la finalidad de colocarlos. La instalación no tiene costo y el personal que realiza esta labor cuenta con su debida identificación. Tras la instalación, el personal del SAG mantendrá una pauta de revisión, por lo cual es indispensable que las personas no los retiren o muevan de los lugares donde están ubicados, ni tampoco los destruyan”.
Se trata de pequeños dispositivos de color rojo que se fijan en árboles frutales, ornamentales u otras estructuras de la vivienda o del comercio. “Esta es la tercera temporada de instalación de estos confusores sexuales en el radio urbano de esta comuna. Partimos el año 2020 tras la detección de un brote en fruterías y zonas aledañas, producto de lo cual el Servicio estableció una regulación para contener el foco y evitar su dispersión”, sostuvo Kido.
Estos mecanismos contienen una feromona específica para la polilla del racimo de la vid que no tiene incidencia en otro tipo de insectos, ni tampoco tiene efectos sobre animales, mascotas ni personas.
Evitar dispersión
El objetivo de esta técnica es crear confusión en las polillas, ya que estos dispositivos generan una nube de feromonas de atracción para la especie que cubre grandes superficies dentro de la ciudad. Con ello, se hace poco probable el encuentro entre polillas para aparearse, y de esta manera, se evita un posible establecimiento y luego dispersión de la plaga hacia huertos frutales.
Lobesia botrana es una polilla que ataca principalmente a la uva (parronales y viñedos) y a frutos como arándanos y ciruelas, provocando su destrucción por efecto de las larvas del insecto y la generación de pudriciones; además, de la pérdida casi total en los parronales caseros sin control de la plaga .“De tal manera que, esta polilla, es una amenaza para especies frutales que están teniendo cada vez mayor importancia en la región, como por ejemplo arándanos, cerezas, ciruelos y berries, y también para las vides que están experimentando un crecimiento en la región”, enfatizó Kido.