Millennials, trabajo y pandemia. Por Sandra Díaz, Directora de Valor Humano de WOM.
A más de un año desde que inició la pandemia en el país, observamos cómo ésta ha significado un gran desafío para todos, no solo al imponer un nuevo estilo de vida y tener que adaptarnos sobre la marcha, sino que también al haberlo convertido en un tiempo de aprendizaje.
Uno de los aspectos donde hemos tenido que adoptar nuevas formas, ha sido el trabajo. El mundo laboral se reestructuró en su totalidad y la cristalización del teletrabajo dio cuenta de ese tremendo cambio y un sin fin de capacitaciones online para adecuarnos a esta ‘nueva forma de trabajar”
En este nuevo contexto, hemos sido testigos de cómo las distintas generaciones han tomado diversos caminos para enfrentar esta realidad de la mejor manera: de hecho, para muchos ha sido “sorprendente” cómo las generaciones mayores han logrado transformarse digitalmente y hacerle frente a este periodo. Pero son los llamados millennials, uno de los grupos que más llaman la atención.
Estos jóvenes, entre los 24 y 40 años de edad, que en varios casos han sido estigmatizados por su falta de compromiso, poca perseverancia y, sobre todo, por su alta rotación en los puestos de trabajo, han logrado derribar mitos y demostrar que son personas muy tolerantes y resilientes frente a la adversidad.
Sin ir más lejos, de acuerdo a la ‘Encuesta Millennial 2020’ de la consultora Deloitte, la lealtad laboral de los colaboradores de la Generación ‘Y’ aumentó de 28% a 35% respecto al tiempo ‘pre-pandemia’, incluso en condiciones desalentadoras e inciertas. En un escenario de incertidumbre, el 60% aseguró que las acciones de sus empleadores han hecho que quieran quedarse donde están a largo plazo. Sin duda alguna, esta generación ha sido la más preocupada por los valores de las empresas y se ha mostrado decidida a impulsar un cambio positivo en sus comunidades.
Al ser una generación 100% nativo digital, han podido responder rápidamente a los cambios. Por lo mismo, en una etapa donde la tecnología juega un rol fundamental para el desarrollo de los negocios, estos jóvenes entusiastas, apasionados e inquietos se han transformado en la ‘llave maestra’ para el éxito de cualquier organización.
Pero, no todo es miel sobre hojuelas. En una situación como la actual, la atención en la salud mental y el estado emocional de los colaboradores millennials debe ser una prioridad en una compañía.
Para motivar el crecimiento y desempeño de los colaboradores y en especial de esta generación, urge que seamos capaces de fomentar un ambiente laboral amigable, cooperativo e inclusivo, donde haya espacio para el aprendizaje y el error. Con esto, se generará aún más lealtad y entusiasmo, ya que sumado a la diversidad, se podrán crear grupos heterogéneos de trabajo que representarán las diversas miradas y realidades de nuestra sociedad. ¿Qué estamos esperando para incluirlos dentro de nuestros espacios de trabajo?