Crecer en tiempos de pandemia: Académica de la Escuela de Terapia Ocupacional explica cómo evitar las consecuencias del encierro en los niños.

Desde marzo de 2020 son millones de niños los que se han debido adaptar a las clases a distancia, una realidad para la que prácticamente nadie estaba preparado, pero que nos ha acompañado por más de un año.

A esto se suman las cuarentenas y medidas de confinamiento que mantienen a padres y niños sin poder salir de sus casas y con baja actividad física. El cambio en la rutina y la falta de estímulos que han sufrido los estudiantes, especialmente los más pequeños, puede tener efectos en su desarrollo a futuro.

La pérdida de la rutina que implica el haber dejado de ir a la sala cuna, jardín o colegio y el no anticipar esos cambios, van dejando en los niños un sentimiento de inseguridad. Además, la desestructura que significa el dejar de hacer actividades habituales, podría desorganizar el comportamiento y veríamos a niños inquietos o mal humorados”, explica Ximena Ulloa, terapeuta ocupacional y académica de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad de los Andes.

Para evitar o disminuir esos negativos efectos de las cuarentenas, la académica entrega un serie de consejos que permitirán que los niños puedan crear rutinas y realizar actividad física sin salir de casa.

  • Establecer rutinas dentro de la casa: estas rutinas pueden estar apoyadas con fotos o dibujos para niños pequeños, esto les permitirá organizarse y anticipar las próximas actividades, lo que les otorga seguridad.
  • Permitirles explorar diferentes estímulos sensoriales: jugar con agua, dibujar con tiza y esconder objetos en una caja con arroz, entre otras actividades, les permitirá estimular su sistema táctil, ayudando a desarrollar su manipulación fina.
  • Hacer circuitos donde los niños deben realizar distintas actividades: rodar, caminar sobre cojines, arrastrarse, saltar, son algunas de las actividades que les permitirán descubrir y practicar habilidades motoras junto con fortalecer sus músculos.
  • Tener dentro de la rutina, un tiempo de lectura o actividades “tranquilas”: dibujar, construir o pintar permitirán estimular la atención y la autorregulación de los niños. Además, con estas actividades, podrán dar continuidad a los hábitos escolares que necesitarán al volver a la “normalidad”.
  • Dentro de lo posible, establecer lugares diferentes para trabajo/estudio y para distraerse.

 

 

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