Las ausencias en el discurso público en la actualidad (II)

Por Bernardo Candia Henríquez, Alcalde Ilustre Municipalidad San Juan de la Costa

En el primer artículo: “Las ausencias en el discurso público en la actualidad I”, abordamos tres temáticas importantes, como son: el crecimiento económico, reducción de la pobreza e infraestructura para la competitividad, como elementos relevantes, que debieran estar presentes en el discurso público, tanto del Gobierno, como de todo actor político que piense en el desarrollo y crecimiento de nuestro País. En esta oportunidad queremos abordar otras temáticas importantes: el déficit habitacional, reducir la desigualdad, mejoramiento del sistema de Salud y Educación y la modernización del Estado.

Uno de los desafíos importantes que debemos abordar como Estado,  es dar respuesta al déficit habitacional que tenemos hoy en Chile. De acuerdo a cifras oficiales, este déficit llega a 650 mil viviendas; sin duda que, esto no lo puede abordar solamente el Estado, sino que se requiere un acuerdo Público-Privado para avanzar con mayor rapidez, y cumplir con la meta que se ha autoimpuesto el propio Gobierno que, al término de su mandato, deben construirse 260 soluciones habitacionales. Se ha calculado que para dar solución a este déficit se requieren recursos que ascienden a US$36 mil millones de dólares.

En la Región de Los Lagos el déficit habitacional se sitúa aproximadamente en 26 mil viviendas, lo que demanda, sin duda, un esfuerzo del estado, pero también del sector privado, para resolver esta demanda. Se valora el nuevo Plan de emergencia, impulsado por el Gobierno. Sin duda que, la prioridad debe estar focalizada en esas 110 mil familias que viven actualmente en campamentos a nivel nacional.

Un segundo punto corresponde a la desigualdad en nuestro país. Realidad que debe ser un imperativo ético para todos los actores políticos en el discurso público, plantearnos como meta a mediano y largo plazo la reducción del índice de GINI (Coeficiente de Gini; este puede fluctuar entre 0 (igualdad perfecta) y 1 (desigualdad máxima)).

Chile presenta por ejemplo que, los ingresos del 10% de la población más rica, son 27 veces mayores que el decil más pobre, por sobre el promedio de la OCDE, donde el 10% más rico gana 9,6 veces más que el 10% más pobre (siendo esta la mayor diferencia en los últimos 30 años).

El índice de GINI para Chile, después de impuestos y transferencias, es de 0,47. Este número nos sitúa en el lugar 24 en términos de desigualdad sobre el total de 159 países con datos disponibles, y nos coronan como el más desigual de la OCDE. Cabe hacer presente que, nos estamos comparando con los países más desarrollados del planeta.

Sin duda que, los últimos acontecimientos en el espacio público pos pandemia es, lo que corresponde a un tercer punto que es el mejoramiento del sistema de salud que tenemos actualmente en Chile. En esta área se requiere mejorar la red nacional de salud y sus componentes de atención primaria, tanto en infraestructura, como en recurso humano (médicos generales y especialistas), y también hospitales de mayor complejidad e intermedios, como una forma de avanzar en una prestación de servicios con mayores niveles de estándar para la población.

Chile requiere más médicos generales y especialistas en las distintas áreas, para reducir esas largas listas de espera que existen en los distintos recintos hospitalarios y para esto se requiere aumentar la participación del sector salud en el producto interno bruto (PIB). Esto se puede financiar sin duda, con el mayor crecimiento de nuestra economía, y la reforma tributaria impulsada por el Gobierno, y para esto se requieren acuerdos políticos.

Sumado a estos puntos, nos encontramos con nuestro cuarto punto centrado en educación. Si consideramos los resultados recientes del Simce, nos debe convocar a colocar a la educación como el principal foco a intervenir para mejorar estos indicadores, en esto se requiere políticas públicas, que apunten a mejorar los aprendizajes de nuestros niños y niñas en los distintos niveles, en dos áreas fundamentales, como son la lectura y las matemáticas. Esto es lo que debe predominar, en la discusión en Educación y en el espacio público, entendido este como la instancia en donde los distintos actores políticos conversan y dialogan entorno a esta temática.

Otro gran desafío que tenemos como país, es la modernización de la institucionalidad del Estado. Los países que cuentan con una institucionalidad sólida y moderna, son los que mayor desarrollo han logrado, para ello se requieren políticas que permitan fortalecer el recurso humano, con el cual cuentan estas instituciones.

Chile en los últimos 30 años, ha avanzado en esta materia, pero se requiere un nuevo impulso que nos permita un alto nivel de profesionalización de nuestras instituciones, en donde la digitalización debe cumplir un rol fundamental que permita dar respuesta en forma rápida y oportuna a las demandas de la ciudadanía.

Recientemente el Banco Interamericano del Desarrollo (BID) aprobó un prestamos de US$ 100 millones de dólares para acelerar la transformación digital del Estado en Chile. Estos recursos serán destinados al desarrollo tecnológico de plataformas digitales, a aumentar la adopción de servicios digitales del Estado con enfoque ciudadano, la efectividad del gasto e inversión en TIC (Tecnologías de la información y comunicación). Creemos que esta es una muy buena noticia para el país, para abordar los rezagos que tenemos en esta materia.

En resumen, creemos que es fundamental los distintos actores políticos incorporen en sus distintos discursos públicos, estas temáticas que son relevantes para la ciudadanía, como son: el crecimiento económico; reducir la pobreza, tener un plan de infraestructura para la competitividad, reducir el déficit habitacional, mejorar los sistemas de Salud y Educación, reducir la desigualdad y modernizar nuestra institucionalidad Estado.

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