La Bioética o los desconocidos derechos de los pacientes

Por Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl – Académico, escritor e investigador (PUC-UACh)

La bioética es una rama que se deriva de la ética y que se preocupa de “establecer las normas y principios vinculados directamente con la conducta apropiada y correcta del ser humano”, tanto en lo que “concierne a la vida humana, como así también con lo relacionado a la vida de los animales”.

Ahora bien, la bioética aplicada a la medicina tiene a la base cuatro principios rectores que son los siguientes:

  1. La autonomía del paciente, relacionada con el derecho de la persona a decidir por sí misma.
  2. La beneficencia, es decir, actuar en beneficio de los pacientes promoviendo los legítimos intereses del enfermo.
  3. La no maleficencia, a saber, abstenerse de realizar acciones que puedan causar daño o perjudicar a otros bajo el principio de “primum non nocere”, es decir, lo primero que debe primar es no dañar al paciente.
  4. La justicia, en relación con la cual, se exige tratar a cada persona enferma de una manera apropiada –y como corresponde– a su dignidad y condición de ser humano, impidiendo todo tipo de discriminación y trato desigual.

En este contexto, es preciso destacar dos cosas: la primera de ellas, se relaciona con los principios de la “no maleficencia y la justicia”, los cuales deberían aplicarse no sólo en relación con los pacientes enfermos, sino que debería incluir a todo el personal administrativo de hospitales públicos y clínicas privadas, ya que el eventual maltrato o el trato indigno hacia el resto de los trabajadores de “menor categoría” repercute –directa o indirectamente– en forma negativa sobre los enfermos que acuden por ayuda y en busca de alivio a sus males a los hospitales públicos y clínicas privadas. Se sobreentiende, que el mismo trato digno y respetuoso se espera por parte de los pacientes y enfermos hacia el personal de salud, de otra forma, se rompen ambos principios, ya sea el de justicia y el de no maleficencia.

La segunda cosa hace referencia a la “autonomía del paciente”, en relación con la cual, aquello que se busca destacar, es hacer hincapié que el enfermo no es un simple “ente” u “objeto inerte” que debe someterse a la voluntad, presiones y mandatos externos –ya sea por parte del médico, del hospital o clínica donde se encuentre internado el paciente–, sino que es una persona que está dotada de razón, inteligencia y capacidad para comprender las cosas a las cuales se enfrenta, de voluntad para decidir por sí misma y provista de una dignidad que no puede ser pisoteada o pasada a llevar. Y esto debe prevalecer por sobre todas las cosas.

Es en función de todo lo anterior, que tanto clínicas privadas como así también hospitales públicos tienen la obligación de considerar estos derechos de los pacientes dentro de sus estatutos y reglamentos administrativos, en función de lo cual, sin que importe mucho el extracto social del enfermo, éste tiene todas las facultades para impetrar sus derechos.

En su sentido más amplio, la bioética –a diferencia de la ética médica– no se limita exclusivamente al ámbito médico, sino que incluye todos los problemas éticos que tienen que ver con la vida en general, extendiendo de esta manera su campo de acción a diversos temas relacionados con el medio ambiente y el debido trato que es preciso darle, asimismo, a los animales.

Se han formulado una serie de definiciones respecto a la disciplina de la Bioética, siendo una de ellas la adoptada por la Unidad Regional de Bioética de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la que define a la Bioética como “el uso creativo del diálogo inter y transdisciplinar entre ciencias de la vida y valores humanos para formular, articular y, en la medida de lo posible, resolver algunos de los problemas planteados por la investigación y la intervención sobre la vida, el medio ambiente y el planeta Tierra”.

Al respecto del tema en comento, quiero, finalmente, destacar lo que señala el Dr. Francisco León Correa, académico de la Escuela de Medicina de la Universidad Diego Portales, cuando consigna que “la Bioética es una deliberación práctica de las exigencias éticas que lleva consigo el respeto por la vida humana y no humana, y la promoción de la dignidad de la persona, en el ámbito biomédico, en la asistencia en salud, en las instituciones, políticas y sistemas de salud”, donde  confluyen todas las variables que hacen de la Bioética un factor importante a tener en consideración en nuestra sociedad: el respeto por la vida humana y no humana, así como también el cuidado de la dignidad de las personas en todos los ámbitos del quehacer social. Eso es lo relevante y lo que, verdaderamente, importa.

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