Avanzan en el desarrollo de una cadena de valor para la elaboración de bioplástico en base a algas nativas
Una fructífera jornada fue la que se vivió en dependencias del Salón Azul del Gobierno Regional de Los Lagos, oportunidad en que se expuso una serie de avances del proyecto “Bioplástico territorial”, que es financiado por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF-ANID) y que lideran la Universidad de Santiago de Chile (Usach), la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y Fundación Chinquihue.
La instancia fue encabezada por su director y encargado del área de Inteligencia Artificial, el Dr. Felipe Herrera, quien expuso a los asistentes algunos de los logros que ha ido teniendo la iniciativa, lo que se dio en el marco del tercer taller de ecosistemas locales, titulado “Una visión compartida: cómo potenciar una cadena de valor de bioplástico a partir de algas locales”.
Herrera indicó que la idea de este workshop consiste en “profundizar en el desarrollo de la cadena de valor actual y futura de la producción de agar, la comercialización de agar, la interacción entre partes y etapas que componen esta cadena de valor. También vinimos a presentar avances y perspectivas sobre el trabajo de aceleración de nuevos tipos de bioplásticos basados en algas marinas, usando información de literatura científica, procesada con Inteligencia Artificial”.
El académico e investigador aseveró, respecto de los avances que ha ido mostrando el trabajo que llevan haciendo, que “los horizontes no son a corto plazo”. Así Herrera explicó que la elaboración de bioplásticos es “una industria emergente, a nivel mundial incluso, donde los tiempos de desarrollo no son menores a 5 años para llevar un prototipo no optimizado al mercado”.
Además de exponer una muestra de algunos prototipos de formatos de productos elaborados a partir de algas nativas cultivadas en la región, el taller permitió avanzar de forma colaborativa con todos los asistentes, en la cadena de valor que desarrolla el equipo de trabajo del proyecto.
Participaron de este taller el Seremi de Economía de la región de Los Lagos, Luis Cárdenas, y el Gerente General de Fundación Chinquihue, Óscar Leibbrandt, así como diversos actores de instituciones como es el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), Karün, Sercotec, además de recolectores de orilla y cultivadores de algas de diversos puntos de la región.
Adicionalmente, se impartió un taller en dependencias de Fundación Chinquihue, el que fue liderado por Carolina Pacheco y Camila Quintana –de la Pontificia Universidad Católica y Fundación Chinquihue, respectivamente-, en el que se abordó de forma práctica la elaboración de plástico a partir del agar extraído del pelillo (Agarophyton chilensis).
Ya en julio pasado el equipo de trabajo del proyecto estuvo trabajando en dependencias de Fundación Chinquihue, esto en el contexto del taller “Identificando y co-creando la oferta de valor de la tecnología de elaboración de bioplástico a partir de algas”, del que participaron recolectores de orilla de las comunas de Queilen y Maullín.
Materia prima
La materia prima para el desarrollo de estos prototipos de bioplástico son proporcionados por cultivadoras de la comunidad de algueros Buta Huapi Chilhué del sector Pilque, en la comuna de Queilen, al sur-este de la provincia de Chiloé, quienes se dedican –principalmente- al cultivo de pelillo, quienes participaron de forma activa de esta instancia de trabajo.
Esta comunidad ya había avanzado, gracias a diversas iniciativas de apoyo a la pesca artesanal financiados por el Gobierno Regional de Los Lagos, en la elaboración de agar de forma exclusivamente orgánica y artesanal, esto con el fin de establecer una alternativa económica y comercialmente atractiva a la venta de pelillo.
Siempre con apoyo de Fundación Chinquihue y el GORE Los Lagos, los integrantes de la comunidad lograron producir alimentos con valor agregado, particularmente caramelos y postres en base a esta sustancia.
El agar es un polisacárido con propiedades gelificantes y con la capacidad de espesar, muy utilizado en la industria alimenticia y que -como se ha demostrado-, también podría constituirse en fuente de elaboración de bioplástico.
El pelillo, la materia prima con la que se produce el agar, se comercializa en su mayoría como alga seca a un bajo precio. De ahí la importancia de trabajar en darle valor agregado a este recurso natural, presente en toda la costa chilena.