Explotación minera amenaza al Parque Nacional Corcovado

El Parque Nacional Corcovado, en la comuna de Chaitén, se encuentra hoy en peligro, por la acción de propietarios de terrenos adyacentes, quienes, en medio de una disputa judicial por los deslindes de su predio, inscribieron solicitudes de extracción minera en el territorio, sin que el Consejo de Defensa del Estado haya manifestado oposición alguna.

 

“Se trata de los propietarios de predios adyacentes, correspondientes al ex Lote 4 del ex Fundo Yelcho, que a través de una serie de acciones judiciales concertadas entre familiares y sociedades relacionadas, intentan ampliar la cabida de su propiedad, de las 4800 hectáreas que indican sus títulos a unas 6700 hectáreas, lo que incluye territorio del Parque Nacional Corcovado y de otros actores privados de la zona” indicó el abogado René Fuchslocher, representante ante Tribunales de Agrícola Patagonia Land Conservation Limitada, una de las afectadas por la acción de estos privados, y que, junto a sus antecesores en el dominio, han desarrollado por generaciones actividades agrícolas y de turismo en su predio, que les transfiriera el Fisco en 1968.

 

Fuchslocher explicó que los propietarios del predio vecino de su representada han presentado una serie de acciones ante los Tribunales de Chaitén, que permitan validar la ilegítima expansión de sus predios, lo que incluyó la inscripción de solicitudes de extracción minera, manifestaciones que siguieron su proceso, y les han sido autorizadas.

 

Dichas solicitudes de extracción minera no fueron informadas a su representada, lo que impidió que pudieran ejercer alguna acción de oposición, ante el otorgamiento de permisos para trabajos de estos terceros en su propiedad, en la que por años se ha desarrollado agricultura y ganadería; y en la que además mantiene un camping, cabañas de turismo y un hotel que constituyen un hito turístico relevante de la zona.

 

”De acuerdo con la documentación presentada por esta empresa, se pretende en el sector ‘la instalación de sistemas de extracción, labores de exploración y explotación subterráneas o a cielo abierto, y chancado de minerales, la instalación de canchas y depósito de minerales, plantas de beneficio, tranques o depósitos de relave, la ocupación del terreno con desmontes, ripios y material estéril, la instalación de sistemas de comunicación, canales, cañerías, campamentos, habitaciones, construcciones, postación de energía eléctrica y demás obras complementarias’. Esto supone una amenaza no solo para mi representada, sino para todos los chilenos y amantes de la naturaleza en general, porque afectaría directa e indirectamente al Parque Nacional Corcovado”, especificó Fuchslocher.

 

“En las últimas semanas, pese a que la validez legal de las pretensiones de estas personas   para ampliar la cabida de sus propiedades es algo de que conocen actualmente los tribunales en procesos que se encuentran recién partiendo, se han valido sociedades relacionadas a ellos mismos y otros parientes para iniciar trabajos con maquinarias que han irrumpido con violencia en el predio de mi representada, con el fin de establecer caminos y faenas previas al inicio de la extracción minera en la zona, rompiendo sus cercos, destruyendo sus praderas y hostigando a sus trabajadores. Estos trabajos pudieron detenerse por una orden de no innovar otorgada por la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, pero podrían reactivarse si los Tribunales acceden a nuevas peticiones presentadas ante el Juzgado de Chaitén, que buscan el ejercicio de servidumbres para el desarrollo de la extracción minera en una zona que por años ha sido de conservación y naturaleza”, explicó el abogado.

 

Parque en Peligro

 

El Parque Nacional Corcovado, ubicado en el suroeste de la provincia de Palena, es uno de los 36 parques nacionales comprendidos en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado (SNASPE), con la idea de proteger los ecosistemas únicos que alberga en su interior, como bahías, fiordos, ríos, volcanes, valles y montañas, entre otros.

 

Expertos han indicado que grandes zonas de su terreno, pudieron ser modeladas por la glaciación, conformando paisajes únicos y de gran belleza escénica, y tranquilidad para sus visitantes, lo que le ha valido el reconocimiento como uno de los últimos sitios medioambientalmente puros del planeta, y protegido por tratados internacionales, como  la Convención para la Protección de la Flora, Fauna y las Bellezas Escénicas Naturales de América, que fue firmada en Washington el 12 de octubre de 1940, y es conocida como “Convención de Washington”, promulgada por Decreto Supremo N° 531 del año 1967 del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, y publicada en el Diario Oficial de fecha 4 de octubre de 1967.

 

De acuerdo con lo publicado en su web institucional por la Corporación Nacional Forestal, en este parque “se preservan los bosques lluviosos templados, únicos en el mundo, representados en los bosques siempreverde de Puyuhuapi y matorral caducifolio de alto montano. Además, a especies de fauna endémicas del hemisferio sur, principalmente de origen antártico, y con problemas de conservación, tales como: huillín (Lontra provocax), güiña (Felis guigna), chungungo (Lontra felina), becacina (Gallinago paraguaiae) y puma (Felis concolor), entre otros”.

 

“Lamentablemente, la inacción de las autoridades de Gobierno, y especialmente del Consejo de Defensa del Estado, que permanece como espectador en las distintas acciones legales que se han presentado en los últimos años, ha permitido que las pretensiones de la empresa avancen sobre el predio de mis representados, pero, por sobre todo, hacia el territorio del Parque Nacional Corcovado. Por eso, urge que el Estado tome un rol activo, y defienda el patrimonio natural de todos los chilenos, y evite así una catástrofe natural de envergadura en esta zona de conservación y naturaleza que enorgullece y prestigia a nuestra Región de los Lagos y a nuestro país”, enfatizó el abogado René Fuchslocher.

 

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